Caja Rural de Asturias cerró el pasado año con un beneficio neto de 20,7 millones de euros, un 0,49% superior al del año anterior. Según ha comunicado la entidad, los resultados mejoran en todos sus márgenes y los costes se estabilizan,de forma que se cumplieron los objetivos de la dirección que preside José María Quirós.

El balance de Caja Rural de Asturias aumentó su tamaño en 365 millones, con un aumento del crédito del 3,3%, hasta los 2.152 millones, y unos recursos de clientes (depósitos y otros pasivos análogos) de 3.015 millones. La dirección ha enfatizado el hecho de que ganó 19.098 clientes en 2016, 15.781 hogares y el resto empresas y autónomos.

En cuanto al nivel de solvencia, la ratio de capital Core 1 está en el 21,99%, 2,78% por encima de la registrada en 2015 y entre las más elevadas del sector financiero español.

La tasa de morosidad se situó en el 5,68%, frente al 7,09% de 2015.