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Una gijonesa en la estrategia energética de EE UU

La economista Rocío Uría trabaja en el Oak Ridge National Laboratory, un apoyo clave para el Gobierno de Trump es su plan para explotar los recursos del país

Estados Unidos quiere "sacar petróleo" de sus recursos naturales. El Gobierno de Donald Trump persigue la independencia energética y para lograr ese objetivo estratégico ha prometido el levantamiento de las restricciones a la explotación de las inmensas reservas del país. Dentro de esa estrategia de aprovechamiento juegan un papel clave los centros de investigación del Departamento de Energía de EE UU y entre ellos destaca el Oak Ridge National Laboratory, donde trabaja, desde hace siete años, la economista gijonesa Rocío Uría Martínez.

"Con el fracking se abrió una nueva era energética en Estados Unidos y ahora, con el nuevo Gobierno, se supone que habrá otro impulso al aprovechamiento de los recursos propios", señala la investigadora asturiana, adscrita al departamento de Energía de Oak Ridge, un macrocentro de investigación que se fundó durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los científicos estadounidenses temían que la Alemania nazi desarrollara con mayor celeridad la bomba atómica.

El complejo, ubicado en Tennessee, está formado actualmente por decenas de edificios e instalaciones en los que trabajan más de 4.000 personas. Es una ciudad de la energía. "Se hace investigación básica, en física o en química, e investigación más aplicadas, que es donde está mi grupo", señala Rocío Uría. "Nosotros nos dedicamos a la modelización de mercados energéticos para las distintas tecnologías y en mi caso estoy centrada en biocombustibles, en energía hidroeléctrica y en evaluación de la forma óptima de gestionar las reservas estratégicas de petróleo de Estados Unidos", concreta la investigadora, que es coautora, por ejemplo, del primer informe que detalla las 2.198 plantas de la red hidroeléctrica de los Estados Unidos, que proporciona cerca del 7% de la electricidad del país.

Rocío Uría, que tiene 38 años, llegó al Oak Ridge National Laboratory en 2010 tras varias idas y venidas entre España y EE UU. Estudió en la facultad de Económicas de la Universidad de Oviedo y su primer proyecto de investigación, realizado en el último año de carrera, se centró en las potencialidades pesqueras y recreativas de río Sella.

"Cuando acabé la carrera, en el año 2000, no me plantee buscar trabajo. Me gustaba el ambiente universitario y la investigación y el profesor Antonio Álvarez Pinilla me animó a hacer el doctorado en el extranjero", destaca la gijonesa, que consiguió una beca de la Universidad de California en Davis y para allí se fue con 22 años. "Mis padres me llevaron al aeropuerto para coger por primera vez un avión y fue para irme a California. Yo que no había ni ido de campamentos en verano, que apenas había salido de casa... y luego no he vuelto", relata la investigadora con una sonrisa.

El primer año de doctorado en Davis estuvo repleto de cursos y en el segundo surgió su conexión con la energía. Fue a través de un proyecto de estudio de los mercados de gas natural en California, tema al que finalmente dedicó la tesis.

Una vez obtenido el doctorado, Rocío Uría regresó a España, a Madrid, para trabajar en el servicio de estudios de la compañía energética Iberdrola. Allí estuvo dos años y medio. "Echaba de menos el mundo de la investigación y el modo de vida de Estados Unidos, al que había conseguido adaptarme. Así, en 2010 me salió la oportunidad del Oak Ridge National Laboratory y no me lo pensé", afirma la gijonesa, que allí se siente más valorada como investigadora. "El salario está bien, Tenmessee no es caro y te mueves en un ambiente internacional", destaca la investigadora, que considera que para un universitario asturiano "es bueno irse, salir una temporada al extranjero, pero también estaría bien tener la opción de poder volver con unas condiciones económicas e intelectuales estimulantes" En su caso saló, pudo volver, y de nuevo se fue. "Pero no creo que me quede para siempre allí, espero en un futuros estar, al menos, más cerca", señala. Mientras tanto seguirá aportando sus conocimientos a la estrategia energética de Estados Unidos.

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