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Balance anual de reclamaciones de los usuarios

La odisea que puede suponer dar de baja el móvil encabeza las quejas ante Consumo

Una de cada tres denuncias tiene que ver con la telefonía El 60% de los productos expedientados por inseguros son de procedencia asiática

Darse de baja en una compañía de telefonía puede convertirse en toda una pesadilla para muchos clientes. Una odisea que en ocasiones acaba en quejas ante la Agencia de Consumo del Principado, que el año pasado tramitó 952 quejas relacionadas con estas empresas, el 35% del total. Son las que se llevan la mayor parte de las iras de los consumidores. A la zaga le van los bancos, que, en el contexto del conflicto por las cláusulas suelo, protagonizaron 437 reclamaciones ante la autoridad regional. Son cifras que acaba de divulgar el Principado con motivo del Día del Consumidor, que se celebró esta semana.

Una buena parte de las quejas sobre las operadoras de telefonía se centra en los incumplimientos de los contratos, señalan desde la Consejería de Sanidad, de la que depende la agencia. El año 2016 estuvo marcado por varias subidas en las tarifas de las principales operadoras del sector, que se han repetido en estos primeros meses del año, y que han enfurecido a parte de sus clientes. También, destacan desde el Principado, hay protestas por las dificultades para darse de baja: muchos clientes se encuentran con un montón de trabas cuando quieren dejar una de estas compañías. Son asimismo frecuentes las quejas por los compromisos de permanencia, por la facturación, por las altas indebidas en servicios de mensajería "premium" y por la calidad del servicio. La lista es extensa.

Otro de los problemas es que la mayoría de las contrataciones de estos servicios se realiza por vía telefónica, casi nunca hay un contrato físico por medio, lo que da lugar a bastantes malentendidos cuando a final de mes llega la factura.

El tercer puesto en el ranking de reclamaciones que llegan a la Agencia de Consumo lo ocupa el sector del comercio (no están incluidas en esta categoría las ventas por internet), que sumó durante el año pasado 250 quejas (el 9,88% del total). Le siguen los suministros de electricidad y gas, la venta y reparación de vehículos, los servicios sanitarios, el comercio electrónico, el turismo, la hostelería y el transporte aéreo.

Paradójicamente, durante el año pasado llegaron más quejas y reclamaciones a la Oficina asturiana del Consumidor (fueron 231 más que en 2015), pero tras estudiar los expedientes se impusieron menos sanciones. En concreto, a lo largo de 2016 este organismo tramitó 168 multas, que son dieciocho menos que en el ejercicio anterior.

Consumo también desplegó una importante campaña preventiva de control y vigilancia para evitar posibles fraudes o riesgos relacionados con la salud o la seguridad. De este modo, se llevaron a cabo campañas de control de mercado en las que se analizaron el etiquetado y la composición de los productos. En las operaciones de inspección, el organismo detectó 61 irregularidades en alimentos, juguetes, calzado, ropa de bazares y material escolar. Además, Consumo recibió 2.874 alertas sobre productos inseguros (juguetes, vehículos, artículos eléctricos y ropa infantil), de los cuales el 59% provenía de países asiáticos.

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