La octogenaria sierense Clavelina García se convirtió en la cara y en la voz del movimiento reivindicativo contra el impuesto de sucesiones en Asturias. Su activismo tardío atrajo a las cámaras y sus denuncias contra la desigualdad entre regiones y contra el "impuesto inquisitorio" asturiano sonaron alto y claro. Ella aireó que había heredado de su hermano 300.000 euros y había tenido que pagar por el tributo 80.000. Para muchos era el ejemplo del "atraco" y del agravio que supone el impuesto en la región. El problema es que Clavelina habría pagado lo mismo en Asturias que en cualquier otra comunidad española.

El hermano de Clavelina, dedicado a los negocios, falleció en Venezuela, donde residió durante cerca de 70 años. En los casos en los que el causante de la herencia fallece en el extranjero, se aplica la normativa estatal y por tanto no entran en juego las rebajas autonómicas aprobadas en cada comunidad y que generan la desigualdad en el tributo de sucesiones. Además, las rebajas afectan sobre todo a los ascendientes y descendientes directos y a los cónyuges, de manera que los que pagan los hermanos y otros colaterales es muy similar en Asturias que en otras comunidades como Madrid, que siempre se pone como ejemplo de herencia "barata".

"A mí me dijeron que tenía que pagar 80.000 euros por los 300.000 que tenía mi hermano en un banco de Gijón y los pagué. No sé si fueron a parar a la Hacienda estatal o la regional. Yo no defendía mi caso, siempre dije que era una privilegiada porque como heredé dinero pude pagar el tributo, pero otra cosa muy distinta sería si hubiera heredado una casa, porque no podría haber pagado el impuesto y eso es lo que le pasa a mucha gente en Asturias con las propiedades de sus padres y es por ello por lo que yo me puse a recoger firmas, porque es injusto", señala Clavelina García.

La octogenaria destaca que ha logrado poner voz "a mucha gente que se siente atropellada" y que "al sacar la cabeza para denunciarlo siempre hay alguien dispuesto a cortártela, a matar el mensajero". "Yo pagué mis impuestos. Nadie me puede decir nada. ¿Pero el problema es lo que paga Clavelina o el saqueo que sufren muchos asturianos con los bienes que reciben de sus padres y que tanto esfuerzo les costó?", se pregunta la sierense, que afirma que seguirá "luchando" como una más dentro de la plataforma contra el impuesto de sucesiones en Asturias.