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La ITV endurecerá sus exámenes y será más restrictiva con los gases del coche

La inspección asturiana es la más exigente del país: el 34,38% de los turismos suspenden la primera revisión, el doble que la media nacional

La ITV endurecerá sus exámenes y será más restrictiva con los gases del coche

Aprobar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) será en breve más complicado. El Gobierno nacional está preparando un decreto con el objetivo de meter mano en el manual que utilizan los inspectores a la hora de realizar las evaluaciones a los coches. El objetivo es doble, apuntan fuentes de la Asociación Española de Entidades Colaboradoras con la Administración de la ITV (AECA): por un lado, se tratará de la de que la prueba será más exigentes, especialmente en el caso de los gases contaminantes, midiendo algunos de los que hasta ahora se pasaban por alto; y, por otro lado, se intentará ser más concreto en el texto, ya que, hasta ahora, había algunos puntos que se dejaban a la libre interpretación del examinador, lo que estaba provocando distorsiones. "Se va a hacer una revisión más profunda y sobre todo se dará una vuelta de tuerca para tener un mayor control sobre los coches diésel", destacan fuentes de Aeca.

La ITV asturiana es ya la más dura del país. El 34,38% de los turismos que en 2016 se presentaron a la prueba la suspendieron y tuvieron que volver a pasar por el taller a hacer algún que otro ajuste, según las cifras que acaba de divulgar el Ministerio de Industria. La tasa asturiana de suspensos en la primera cita duplica la que se registra en el conjunto nacional.

Para hacerse una idea de los elevado que es el número basta con echar un vistazo al resto de comunidades. A nivel nacional, los turismos que no logran superar la primera revisión son el 17,59%. Pero hay casos muy llamativos. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana solo suspenden el 8,5%; en el País Vasco, lo hace el 12%, y en Castilla y León, el 14%. El Gobierno central busca con las modificaciones que prepara en el manual de los inspectores que no haya unas diferencias tan importantes por territorios. Según señala el presidente de la patronal asturiana de talleres y concesionarios ASPA, Rogelio Cuesta, tales diferencias hacen que muchos asturianos se trasladen para pasar la ITV a provincias vecinas (León, Lugo y Cantabria), donde los controles son más laxos y las posibilidades de aprobar a la primera son mucho más altas.

Tanto en España como en Asturias, la mayoría de los suspensos se produce por una cuestión de malos humos. Precisamente, el Ejecutivo quiere, con la actualización de los manuales de la ITV, hacer más exigentes las revisiones sobre los gases contaminantes después de los escándalos por el trucaje de los coches diésel por parte de varios fabricantes. Especialmente, tras el sonado del caso de Volkswagen. Aunque no es el único. De hecho, una firma estadounidense especialista en demandas colectivas, Hagens Berman, acaba de presentar una querella contra el gigante General Motors (GM) por, presuntamente, haber instalado en sus furgonetas un programa informático para tapar ciertas emisiones y eludir los controles.

La exigencia de ser más estricto en estos exámenes llega desde Bruselas. La Unión Europea ha instado a los países miembros a tener un mayor control sobre los efectos contaminantes de los turismos. Para ello, ha puesto en marcha lo que se ha bautizado como proyecto "Set II" y que está pilotando el Comité Internacional para la Inspección Técnica de Vehículos (CITA). Su objetivo es evaluar cómo se puede hacer para que los examinadores puedan medir las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) y cómo evitar la manipulación de los motores , ya que en la actualidad, señala este organismo, las ITV no tienen medios suficientes para poder hacer un control tan exhaustivo de este tipo de gases.

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