El grupo de ingeniería y construcción Isolux-Corsán decidió ayer acogerse al concurso voluntario de acreedores, uno de los mayores de la historia empresarial española. El grupo, que tiene una deuda de 1.675 millones, posee instalaciones en el polígono de Asipo (Llanera), dedicadas fundamentalmente a la instalación de tendidos eléctricos, y que emplean a unas 40 personas. También gestiona el aparcamiento público del Hospital San Agustín, de Avilés.

La solicitud de concurso afecta a siete empresas: Grupo Isolux Corsán, Corsán-Corviam Construcción, Isolux Ingeniería, GIC Concesiones, Isolux Corsán Servicios, Isolux Corsán Inmobiliaria e Isolux Energy Investments. Estas empresas suman1.992 trabajadores, de los que 1.108 corresponden a entidades con sede en España. El hasta ahora presidente de Isolux Corsán, Nemesio Fernández-Cuesta, atribuyó el desenlace a la "sorpresiva desvinculación" a fines de marzo de uno de los bancos acreedores del proceso de reestructuración.