La recaudación de los tributos estatales crece este año en Asturias a una velocidad del 13,5%, inédita en los últimos años. El crecimiento de la actividad y del empleo que reflejan los indicadores de coyuntura y algunos cambios normativos decididos por el Gobierno central para reforzar los recursos tributarios explican ese comportamiento, según se infiere de los análisis de la Agencia Tributaria. Paralelamente, la Administración del Principado también está mejorando los ingresos por los impuestos autonómicos que están más pegados al ciclo económico.
Los ingresos tributarios muestran en el conjunto del país un dinamismo notable, con aumentos medios del 9% hasta junio. En el caso de Asturias, el primer semestre del año se saldó para el Fisco estatal con la recaudación de 1.048, 3 millones de euros, casi 125 millones más que a la misma altura de 2016. En los siguientes puntos se explican los pormenores de ese resultado.
IRPF. Los ingresos por el impuesto de la renta crecen en la mayoría de las regiones. Entre las de régimen común (todas salvo, País Vasco y Navarra), el incremento medio es del 3,3%. En Asturias llega al 5%. Según las explicaciones de la Agencia Tributaria, la mayor parte del crecimiento del impuesto a escala nacional provino de las retenciones del trabajo. Que los asturianos hayan tributado 79 millones más por este impuesto entre enero y junio está asociado por tanto a la creación de empleo. Desde principios de año, las afiliaciones a la Seguridad Social en la región han aumentado su velocidad de crecimiento (del 1,3% en enero al 2,3% en julio). Las retenciones de capital, correspondientes a los rendimientos del ahorro, no despegan en un entorno de tipos de interés ultrabajos que penalizan a los titulares de depósitos. Sí mejoran las retenciones correspondientes a los fondos de inversión, a los que se está desplazando una parte del ahorro. Este año, por otro lado, se han agotado los efectos de las últimas rebajas del IRPF. Aprobadas por el Gobierno de Rajoy para 2015 y 2016, en vísperas electorales, esas reformas del impuesto explican al menos en parte que la recaudación en Asturias descendiera el 4,8% el pasado año.
Sociedades. Los ingresos de la Agencia Tributaria por el impuesto que grava los beneficios empresariales se dispararon el 68% en el segundo trimestre de este año. Ahora bien, ese resultado no es consecuencia de un aumento de apariencia extraordinaria en los resultados de las sociedades mercantiles, sino más bien el reflejo de los cambios en los anticipos (pagos fraccionados) que el Gobierno impuso desde fines de 2016 a las empresas de mediano y gran tamaño para corregir la desviación del déficit público. En Asturias, las empresas tributaron entre enero y junio 45 millones, frente a los 12 millones del mismo período del ejercicio precedente.
IVA. El buen tono del consumo privado, pilar de la recuperación del producto interior bruto (PIB) en toda España, explica, según la Agencia Tributaria, que los ingresos del IVA crezcan vigorosamente: 8,3% en España y hasta el 19,7% en Asturias. El repunte de la inflación, que eleva los precios y por tanto al base imponible del tributo, está favoreciendo la recaudación. El resultado asturiano tiene una explicación mixta: parte puede obedecer a cierto dinamismo del consumo de los hogares, pero otra muy relevante estará con seguridad conectada a un aumento de las importaciones de materias primas, que tira de los ingresos del IVA correspondientes a los productos procedentes de países de fuera de la Unión Europea (UE). Importaciones como las de carbón, para su uso en las centrales térmicas y en Arcelor, están creciendo este año.
Especiales. El de los impuestos especiales es el único capítulo de los tributos que recauda la Agencia Tributaria que no registra un resultado positivo en Asturias. Los ingresos bajan el 1%, hasta los 92,4 millones, por circunstancias como el dencenso en el consumo de tabaco.
