La banca acreedora de Duro Felguera da por segura la ampliación el próximo día 15, por tercera vez, de la tregua financiera por la que las entidades financieras suspendieron desde el 4 de julio del año pasado el cobro al grupo asturiano de su deuda bancaria (362,46 millones) y sus intereses. Con ello, los prestamistas seguirán concediendo más tiempo a la ingeniería para que reconduzca su grave situación económica con la ampliación de capital prevista por un importe de 125 millones y la incorporación de nuevos accionistas, y el cierre en paralelo del acuerdo de refinanciación y reestructuración de la deuda con las entidades crediticias.

El comité laboral de Duro Felguera SA (la sociedad matriz del grupo) analizó ayer en Gijón el anuncio del expediente de regulación de empleo mediante despidos que le comunicó la compañía el pasado miércoles y que afectará a un número de trabajadores no desvelado. La reducción de empleos mediante rescisiones de contratos afectará parcialmente a la plantilla de las oficinas y servicios centrales de la matriz en Gijón (que ocupa en total a unas 470 personas) y en Madrid (en torno al centenar) y no tendrá incidencia ni en las empresas filiales ni en el personal desplazado en el extranjero y asignado a la ejecución de proyectos en construcción.

La presidenta del comité laboral de la sociedad matriz, Rosa Estébanez, rechazó el ERE de extinción y sostuvo que los profesionales cualificados son el activo fundamental de una ingeniería, por lo que, en la medida en que el grupo se reflote y vuelva a contratar volúmenes elevados de obra, precisará, sostuvo, el personal del que pretende prescindir. El comité de la sociedad, integrado por representantes de CC OO, considera que la empresa debe ajustar costes reduciendo personal directivo y cargos intermedios -a parte de los cuales el sindicato responsabilizó de la deriva del grupo en los últimos años- y, en caso de que fuese necesario, debería recurrir, dijeron medios del comité, a una regulación temporal de empleo o a recortes de jornada y de salarios hasta que se reconduzca la situación económica del grupo.

El comité de Gijón y los trabajadores de Madrid (que carecen de este órgano de representación) disponen de quince días para designar a los representantes (nueve por los servicios centrales en Asturias y dos por los situados en la capital española) para negociar el ERE con la empresa. El comité analizó ayer la situación (calificó de "sorprendente" el anuncio de despidos), así como la estrategia que seguirá durante el proceso.

El recorte de empleo, la reciente rebaja salarial de los directivos (10%), la reducción en enero del comité ejecutivo de 11 a 6 miembros y la venta de dos edificios en Madrid forman parte, junto con otras medidas ya adoptadas o en marcha, del plan de reducción de costes que reclamaron la banca acreedora y algunos potenciales inversores entre otras medidas de choque para reflotar al grupo, que emplea a 1.800 personas.

La empresa y la banca siguen intercambiando borradores para el documento del acuerdo definitivo sobre el que se sustentará la reestructuración de la deuda, y que está supeditada a la ampliación de capital. La consultora Fidentiis considera que el mercado dará respaldo a la ampliación, incluso si fuese superior a 125 millones de euros, lo que no se considera necesario. La ampliación de capital en el mercado (y no mediante colocaciones directas) es la opción decidida y que deberá aprobar la junta general de accionistas de Duro. La banca ofrece reducir la deuda a 85 millones, canjear el resto por derivados financieros convertibles en capital y dar 25 millones en liquidez y 100 millones en avales. Para dotar de oxígeno al grupo hasta que eso ocurra, la suspensión del cobro de la deuda e intereses (que ya se renovó el 1 de octubre y el 15 de enero) volverá a ser prorrogada el próximo día 15, dijeron medios financieros.