La población asturiana con acceso a redes de telecomunicaciones de banda ancha de nueva generación o que previsiblemente dispondrá de ella en el plazo de tres años en función de los planes de inversión creíbles de algún operador representa el 83,3% de los habitantes de la comunidad, aunque con un reparto muy desigual entre territorios, según los datos de la Secretaría de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital.

En 51 de los 78 municipios de la comunidad hay acceso a redes de alta capacidad, aunque sólo en ocho concejos (Oviedo, Gijón, Avilés, Castrillón, Corvera, Mieres, Langreo y Laviana) el despliegue garantiza la cobertura de un porcentaje superior al 80% de sus habitantes. Aun en estos territorios (caso de Gijón, con un cobertura del 99,4% del censo) hay zonas de sombra en su área rural que incapacitan a sus vecinos y negocios para disponer de servicios de telecomunicaciones de altas prestaciones. Les Caseries, la federación de asociaciones de vecinos del área rural de Gijón, lleva años reclamando un trato de igualdad y condiciones de modernidad en la disponibilidad de tecnologías de la información y la comunicación. "Hay zonas en las que, por la existencia de arbolada, vaguadas y otros accidentes, la señal no llega ni por el aire y tampoco tenemos cable, y donde sí hay Internet es muy lento. Las operadoras no cubren estas zonas porque es costoso", señaló su presidente, Manuel González-Posada.

En el conjunto de Asturias la conectividad de alta capacidad y rapidez cubre a 445 núcleos de población (sólo el 6,45% del total de localidades, incluidos aldeas y caseríos) aunque el grueso de la población (cuatro quintas partes de los asturianos) esté comprendida en las zonas con acceso a las red de elevadas prestaciones. No obstante, en este momento siguen existiendo casi 210.000 personas en casi 6.500 núcleos habitados que tiene conexiones limitadas: por debajo de 30 megabites por segundo. De ellos, más de 180.000 no alcanzan los 190 megabites. Hay 27 municipios que, por su localización, por su orografía agreste o por su baja densidad poblacional, no cuentan con ningún núcleo (ni tan siquiera la capital del concejo) en la que alguna operadora ofrezca servicios avanzados.

Asturias presenta unas condiciones adversas para que las operadoras garanticen la cobertura universal porque combina una muy elevada concentración de población y actividad económica y empresarial en una área muy acotada (el llamado "ocho asturiano", en la zona central de la comunidad) y al tiempo un hábitat disperso, lo que dificulta la rentabilidad de las inversiones para atender una demanda tan descentralizada en zonas de baja densidad poblacional. Las zonas poco habitadas suelen corresponder a su vez con zonas de orografía difícil.

Las grandes operadoras siguen no obstante realizando inversiones de ampliación de la cobertura. Las últimas que anunciaron nuevos programas de inversión en Asturias fueron Vodafone (en abril de 2017), Telecable (el pasado febrero) y Orange, en marzo. Algunos ayuntamientos han hecho convenios para atender a determinadas zonas por satélite, como hizo Gijón con Telecable en 2012. Cabranes también está en tratos con el Principado, cuyo plan "Astelecom" destinará este año 1,6 millones a ampliar la red Asturcón, una red pública neutral a disposición de todos los operadores que lo soliciten (ahora lo usan Telecable, Conéctate, Adamo, Xaire y Orange) y que actualmente está implantado en Baro, Tapia de Casariego, Soto del Barco, Barres, Muros de Nalón, Parteayer, El Entrego, Piantón, Porrúa, Ujo, Blimea, La Caridad, Figaredo, Llanes, Oyanco, Tuilla, Turón y Puerto de Vega. El Principado gestiona a su vez un acuerdo con empresas para el despliegue de banda ancha con al menos 20 megabites mediante tecnología radio.

En algunas zonas están operando pequeñas iniciativas para cubrir los huecos que dejan las grandes del sector. La cooperativa de usuarios Sestaferia y la sociedad Oxon 3, que opera en zonas de Asturias, País Vasco y Navarra, contribuyen a reducir la denominada brecha digital.

El último anuncio lo hizo esta semana la multinacional española Eurona, que absorbió a la asturiana Quantis, y que acaba de arrendar el uso de capacidad de satélites de Hispasat para dar cobertura total en España (incluida Asturias) con 30 megabites.