Pacto para salvar el tren de chapa de Arcelor-Mittal en Gijón. Los sindicatos UGT, CC OO y USO cerraron ayer por la noche un preacuerdo con la dirección de la multinacional que incluye la amortización de 32 empleos en este taller. Se hará sin medidas traumáticas, mediante prejubilaciones. Esta instalación estaba amenazada de cierre, con pérdidas económicas desde el inicio de 2017. "Salimos con un sabor agridulce de la reunión porque es un ajuste duro, pero no quedaba otra", señalaba anoche un sindicalista. Era eso o que la instalación hubiera cerrado sus puertas, sostienen las centrales.

La empresa, por su parte, valoró positivamente el pacto tras semanas de negociación. "Para la dirección es satisfactorio y el mejor acuerdo posible alcanzado tras un esfuerzo realizado", señalaron fuentes de la multinacional. El ajuste supone recortar un 10 por ciento de la plantilla de esta instalación en la que trabajan 343 personas. La intención inicial de la siderúrgica era amortizar 45 puestos.

Los sindicatos someterán el preacuerdo a la opinión de sus asambleas de afiliados mañana, viernes. El ajuste aún está supeditado al resultado de esas votaciones. Los representantes sindicales que firmaron el documento aseguraron que lo defenderán a capa y espada. Entre las centrales no hubo unanimidad. La CSI descartó firmar el preacuerdo y tampoco participó en la redacción final porque considera que la reducción de puestos es excesiva.

Nada más alcanzarse el principio de acuerdo, UGT, CC OO y USO divulgaron un comunicado conjunto en el que reconocen: "Somos conscientes de que este pacto no se ha desarrollado en un clima favorable". Y destacan que la negociación había sido una de las más complicadas de los últimos años puertas hacia dentro en la multinacional en Asturias. "El resultado final está muy alejado de lo que nos hubiera gustado conseguir, pero creemos que es la única solución viable para garantizar el futuro del tren de chapa. Hemos puesto todos nuestros esfuerzos en garantizar su futuro". Las negociaciones fueron muy tensas, especialmente después de que la dirección decidiera suspender el diálogo la semana pasada cuando, según la versión sindical, se estaba a punto de llegar a un acuerdo.

Aunque la pugna laboral en torno al tren de chapa aún no ha finalizado del todo. La empresa tiene previsto reunirse en breve con los sindicatos para negociar otro ajuste entre el personal que se dedica a las tareas de mantenimiento. También realizará otro entre los mandos intermedios y jefes de está instalación, y tiene previsto presionar a las empresas auxiliares para rebajar costes. El alcance de esos nuevos tijeretazos aún está por determinar.