La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, renuncia a luchar por la continuidad de la minería del carbón más allá de este año, cuando finalizan las ayudas. "No hay más que hacer", aseguró Ribera pese a las peticiones del Gobierno regional del PSOE y de sindicatos como el SOMA-FITAG-UGT, uno de los principales respaldos de Pedro Sánchez en Asturias. Tanto el consejero de Empleo e Industria del Principado, Isaac Pola, como el secretario general del SOMA, José Luis Alperi, siguieron ayer reclamando que el carbón nacional tenga un papel en la generación eléctrica del país.

Las minas de carbón que han recibido ayudas -todas las asturianas- tendrán que cerrar por imperativo de la UE este año o devolver esas subvenciones para poder seguir operando. Desde el Gobierno regional se demanda diálogo con las instituciones europeas para buscar un hueco para el carbón autóctono. La propia compañía estatal Hunosa, aún presidida por María Teresa Mallada, maneja un plan para prolongar al menos tres años la vida del pozo San Nicolás y garantizar una transición hacia una minería rentable a cielo abierto. Sin embargo, la ministra para la Transición Ecológica no parece dispuesta a gastar energía en defender al carbón.

"En este asunto este Gobierno se lo ha encontrado todo hecho. No hay más que hacer. Sólo trabajar con las personas, los sindicatos y los trabajadores, a los que todavía no se les ha ofrecido con seriedad una alternativa. Pero el contexto de la minería está cerrado previamente a nuestra llegada. Es un debate estéril que crispa donde no debería", afirmó Teresa Ribera en una entrevista con "El País", en la que insiste en ofrecer para las comarcas mineras incentivos para su reactivación.

No opinan igual desde el Gobierno del PSOE en Asturias. "Entendemos que la minería puede tener su espacio dentro del mix energético y eso es lo que vamos a exponer y a defender. Nosotros siempre hemos huido de afirmaciones maximalistas, es muy difícil en un entorno tan poliédrico como es el de la transición energética", señaló Isaac Pola al ser preguntado por las declaraciones de la Ministra sobre la minería. "Hay que tener voluntad política para cambiar esa decisión europea y darle otra forma", señaló por su parte José Luis Alperi, secretario general del SOMA, que también se refirió al posible cierre de centrales térmicas y a las contraprestaciones que ofrece la Ministra. "Si alguien pretende cerrar sectores a cambio de compensaciones económicas a los territorios eso ya pertenece a épocas pasadas, lo que los territorios necesitan es industria y trabajo estable y de calidad que ayude a fijar población porque en muchos casos son territorios despoblados que no son ni la sombra de lo que había antes", añadió Alperi.

Sobre el cierre de centrales térmicas, la ministra para la Transición Ecológica apuntó que si no se avanza en la reducción de emisiones donde son más intensas, "como es el caso del carbón", habría que hacerlo en otros sectores como el transporte, la vivienda. "No es porque una tenga especial manía a un determinado sector, sino porque el potencial, el coste y la visión de futuro da una cierta orientación de cuáles son las grandes líneas de la mejor combinación. Vamos a trabajar en ir cerrando de manera razonable todo ese potencial térmico de carbón", señaló Ribera, que ve "muy poco claro" que alguna central de carbón en Europa siga a partir de 2030. "Aunque el Gobierno no hiciera absolutamente nada, es ilusorio pensar que las centrales podrían superar esa fecha", señaló.

Desde el Principado se teme por el impacto del cierre de las térmicas en el conjunto de la industria y de la economía asturiana. "Siempre hemos propugnado, y así lo vamos a defender ante el Gobierno central, la búsqueda de una vía de consenso y de equilibrio entre las distintas facetas involucradas en este proceso de transición, porque el cumplimiento de los objetivos medioambientales deben de venir acompañados de otras perspectivas: la industrial, la técnica, la económica y la social".