Los recortes de empleo público, por la vía de no cubrir vacantes y reducir la incorporación de trabajadores temporales en algunos servicios, se produjeron principalmente a partir de 2010, en plena crisis. En los años previos, también de recesión, el número de trabajadores de la Administración había crecido en toda España. Desde ese año, con la crisis del euro y el despliegue de las políticas de austeridad en gran parte de Europa, se aplicaron ajustes severos en la tasa de reposición (proporción de las vacantes por jubilación u otros motivos que se cubren). Hoy, en algunos ámbitos de la Administración hay ya más empleados que en 2010. Es el caso del Principado, con una plantilla cercana a las 36.900 personas, casi 600 más que hace ocho años, según datos del Ministerio de Política Territorial yFunción Pública. En cambio, la plantilla de la Administración central (delegaciones de los ministerios y otros servicios, con unos 9.000 funcionarios) tiene 2.168 efectivos menos que en 2010. Y los ayuntamientos han perdido 2.091 más.