El cierre de la planta de Alcoa en Avilés cierre de la planta de Alcoa en Aviléssupondrá la destrucción de casi 400 empleos de un plumazo. La factoría cuenta, según datos de la propia multinacional, con 317 trabajadores en plantilla, pero a ellos hay que añadir otros 90 que desempeñan su labor a diario en la planta y que trabajan para empresas auxiliares como Imasa, Jofresa, Montrasa-Maessa o Comefa. “Si cierra Alcoa su empleo desaparece”, destacó ayer Antonio Lueje, responsa del sector auxiliar de CC OO de Industria, que apuntó que los denominados “acuerdos de Oviedo”, que protegen a los trabajadores de las auxiliares en caso de rescisiones de contratos entre empresas, no tienen alcance cuando la que desaparece es la compañía “madre”.

La suma de afectados por el cierre de la factoría de Avilés puede llegar a los cuatro dígitos si se cuentan los empleos indirectos e inducidos de una actividad, la fabricación de lingotes y tochos de aluminio, con repercusiones en otros sectores como el de los servicios o el transporte.

Alcoa quiere deshacerse de las plantas de Avilés, con capacidad para 93.000 toneladas al año, y La Coruña a pesar de que obtiene beneficios en España, según destacó el Gobierno central. No obstante esos beneficios proceden de la fundición de alúmina de San Ciprián, en Lugo, la única planta que la empresa de Pittsburgh quiere mantener en el país.