Las acciones de General de Alquiler de Maquinaria (GAM) subían el 9% a primeras horas de esta tarde en Bolsa, recuperando parte de las pérdidas que se registraron ayer, cuando los títulos cedieron casi el 26%, a las 24 horas de comunicarse la venta de la participación de control de la compañía al empresario Francisco José Riberas.

La Bolsa acogió ayer la mudanza de propiedad de General de Alquiler de Maquinaria (GAM) con un serio correctivo: los títulos del grupo asturiano se desplomaron el 25,87% tras una intensa salida de inversores que en los foros bursátiles se ha relacionado más con aspectos de la operación que impactan a corto plazo en el valor de las acciones (presentación de una opa obligatoria y ampliación de capital para reducir deuda) que con las perspectivas de futuro que abre la entrada, como accionista hegemónico, de Francisco José Riberas, presidente de Gestamp y cabeza visible de uno de las familias empresariales más relevantes de España.

La cotización llegó a caer en algunos momentos de la jornada más del 30% y cerró con una depreciación cercana al 26%. Los títulos iniciarán la sesión a un precio de 1,2750 euros. El impacto en la capitalización bursátil fue el siguiente: el valor aparente de la compañía pasó en un día de 57,2 a 42 millones. Durante la sesión cambiaron de manos 346.531 acciones equivalentes al 1,04% del total y se movieron 422.000 euros. Aunque no es un nivel de negociación alto en apariencia, si lo es para lo que suele ser habitual en GAM y fue suficiente para desencadenar el desplome. Ocurre además que valor tiene un bajo nivel de capital flotante -el susceptible de ser negociado en Bolsa- que tiende a exacervar la volatilidad. El 70% de GAM está en manos de los socios principales y estratégicos (la banca acreedora y la familia Mayoral, básicamente).

Según comentarios de accionistas y observadores bursátiles, el castigo de ayer a GAM guarda relación con el diseño de la operación pactada entre la banca acreedora (Santander, Sabadell, Liberbank, BBVA, Kutxabank, Bankia y Caixabank), dueña del 63% de las acciones, y Halekulani, la sociedad con la que Francisco Riberas comprará esa participación. El plan incluye la presentación de una opa por el resto del capital (obligatoria por ley) a un precio por acción estimado por ahora en 0,977 euros (el pagado a la banca), un 43% inferior a la cotización del miércoles. GAM acometerá después una ampliación de capital para reducir deuda en la que Riberas inyectará al menos 25,5 millones. Esa ampliación diluirá el valor de los títulos de los accionistas actuales que no la suscriban. La expectativa de mejora que pueda abrir para el futuro la venta y saneamiento financiero de GAM no contrarrestó las dudas y reservas de los inversores sobre esos otros aspectos de la operación.