El "lleno, por favor" ya sale prácticamente igual en las gasolineras de Asturias y en las vecinas de León y Cantabria. Se acabó el llamado "efecto frontera" sobre los carburantes, denunciado en múltiples ocasiones por las estaciones de servicio regionales y que provocaba que algunos consumidores (especialmente los que vivían cerca del límite territorial) prefirieran ir a cargar el depósito a otras comunidades antes que hacerlo en el Principado, donde los precios eran bastante más elevados. Esta equiparación llega debido a una subida del impuesto especial sobre hidrocarburos, recogida en los Presupuestos de 2018, aprobada ya por el equipo de Gobierno de Mariano Rajoy y que tenía el objetivo de integrar el llamado "céntimo sanitario", que cada comunidad podía aplicar dentro de unos límites y que había sido cuestionado por la justicia europea, en un único tipo impositivo estatal.
Ese cambio en el impuesto llevó a que, por ejemplo, tanto la gasolina como el gasóleo subieran en casi cinco céntimos de euros (en 4,8 céntimos) en Cantabria y en Castilla y León, el pasado día 1 de enero. Eran dos de las comunidades en las que más baja estaba esa tasa y, por lo tanto, también estaban en la lista donde más barato salía reposar. En cambio, en el Principado se venía aplicando ya el tipo máximo del llamado "céntimo sanitario" en el caso de la gasolina y casi también el tope en el del gasóleo, que desde enero ha subido menos de un céntimo por litro para que la equiparación fuera perfecta.
Galicia, por su parte, ya venía aplicando en ambos combustibles el máximo permitido, con lo que no ha tenido que
actualizar sus tarifas. Por eso, además, Lugo no era una competencia para las estaciones de servicio asturianas.
Con este nuevo escenario, y según estaban los precios de media ayer, llenar el depósito de un vehículo con motor a gasóleo y con capacidad para cincuenta litros cuesta ahora en el Principado 57,83 euros, prácticamente lo mismo que en Lugo, un pelín más que en León (57,25 euros, con 58 céntimos de diferencia) y algo menos que en Cantabria (58,25 euros). En todas estas regiones de la cornisa cantábrica, el diésel, que es el combustible más utilizado por los asturianos, se paga ahora sobre 1,15 euros por litro. Las diferencias pueden ser de un céntimo, como mucho. Es algo que no ocurría el año pasado. En enero de 2018, cuando el impuesto de hidrocarburos no se había equiparado, había fuertes diferencias en el precio de este combustible entre estos territorios, y que podían llegar hasta los ocho céntimos. Eso provocaba que llenar el depósito fuera más barato en León y Cantabria (costaba 56,65 euros y 55, 75 euros, respectivamente) que en Asturias (59,2 euros). La diferencia podría llegar a los cuatro euros y medio.
Análoga situación se da con la gasolina, donde el impuesto también se ha igualado para tratar de acabar con ese efecto "frontera". Ahora el "lleno, por favor" para un turismo a gasolina cuesta en León, Cantabria, Lugo y Asturias unos 60 euros, céntimo arriba céntimo abajo. Hace un año las diferencias eran acusadas. Por ejemplo, llenar el depósito se pagaba en Asturias 59,2 euros, mientras que en Cantabria se pagaba a 55,75. El sobrecoste en Asturias era de casi tres euros y medio.
Ahora, el Gobierno de Pedro Sánchez quiere aplicar una nueva subida del carburante, pero sólo para el gasóleo, con el objetivo de equiparar su precio en los surtidores al de la gasolina y así penalizar su consumo. Ese incremento está incluido dentro del proyecto de Presupuestos Generales del Estado que los socialistas tienen previsto presentar este viernes y para los que andan en busca de apoyos políticos para sacarlos adelante.
