"Correos no es una empresa subvencionada, como pretende trasladar la competencia". Eso es "una leyenda urbana", señaló ayer el presidente de la compañía, Juan Manuel Serrano, en el centro de innovación y emprendimiento CorreosLabs, en Madrid. Explicó que la compañía ofrece el denominado Servicio Postal Universal (SPU), que es el conjunto de servicios postales cuya prestación garantiza el Estado de forma permanente en toda España a un precio asequible para todos los usuarios. Y que por este servicio Correos, deficitario, recibe del Estado "una contraprestación, no una subvención", aclaró Serrano.

Ese es el único dinero público que recibe Correos. El año pasado, 120 millones de euros, lo que supuso únicamente el 6,7% del importe neto de la cifra de negocios de la compañía (1.784,3 millones). La previsión es que este año Correos reciba por este concepto 150 millones, un 7,6% de leña cifra de negocios estimada (1.966,14 millones). El resto de los ingresos procede de "lo que luchamos en un mercado liberalizado, en el que competimos en igualdad de condiciones". No hay temor; en su opinión, "Correos tiene capacidad para ser rentable y entrar en números negros".

Ese es el "objetivo prioritario" de Juan Manuel Serrano: conseguir que Correos abandone definitivamente los números rojos en el plazo de tiempo más corto posible. Para ello la compañía aplicará una estrategia radicalmente distinta a la de otras empresas, por ejemplo los bancos, que están reduciendo su presencia en el territorio. Correos, por contra, aprovechará su amplísima presencia en toda España (2.396 oficinas) para ofrecer a las administraciones públicas y a las empresas la posibilidad de convertirse en prestadora de servicios.

Puso como ejemplo, la colaboración de la compañía con la Dirección General de Tráfico (del DGT), que ha permitido a los ciudadanos adquirir más de un millón de distintivos medioambientales en las oficinas de la compañía. "Todo lo que quieran realizar las empresas privadas y las administraciones públicas, ayuntamientos, comunidades autónomas o el Estado, lo podemos asumir", resaltó Serrano.

En cuanto a números, a falta de cerrar definitivamente las cuentas, Correos perdió el año pasado en torno a 150 millones de euros. Pero Serrano destacó que solo seis días después de tomar posesión del cargo, en julio pasado, la compañía tuvo que devolver 134 millones a Fomento porque no se materializó el contrato entre ambas entidades entre 2004 y 2010. Las previsiones para este año son optimistas: las pérdidas se reducirán más de un 97%, hasta quedar en 7,4 millones. Serrano quiso ser prudente y no reveló cuándo prevé que Correos sea rentable, pero de sus palabras pareció desprenderse que podría ser, incluso, en 2020. Y eso que el crecimiento de las ciudades obliga a Correos a aumentar su logística con infraestructuras que cuestan "un dineral", destacó.

Serrano desveló las líneas estratégicas de Correos con visitas al futuro más inmediato: la expansión de la compañía por la península ibérica (incluido Portugal) y el sudeste asiático. Uno de los servicios que Correos espera poner en marcha este año es la entrega de cualquier paquete en la península ibérica en menos de 24 horas. También ha creado la Comisión de Negocio Internacional, con el objetivo de iniciar su expansión en el extranjero. El objetivo principal es el sudeste asiático, principal punto de origen de la paquetería mundial, con unos 50.000 millones de paquetes el año pasado. Correos pretende incrementar su presencia física en esa área de Asia. En Portugal, la compañía, que en la actualidad funciona mediante convenios con varias empresas locales, persigue crear su propia red, y abrirse desde ella a otros mercados de habla portuguesa.

En España, la principal iniciativa a corto plazo es crear "la red más eficiente de paquetería", en la que tendrá un papel fundamental el "Proyecto Rampa 7", un centro logístico para mejorar la eficiencia en la gestión de mercancías y paquetería en el aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas de Madrid. Allí Correos reemplazará sus dos naves actuales por una con 10.000 metros cuadrados de superficie, que será dotada con los más modernos medios de clasificación y gestión de paquetería. Las obras comenzarán a mediados de este año y el objetivo es que funcione a finales de 2020.

Más metas: Serrano ha indicado que Correos debe ser un "servicio útil para los ciudadanos, pero también para las empresas españolas". Por ello pretende convertir a la compañía en un "aliado estratégico de las pymes en sus procesos de internacionalización, ayudándolas a incrementar su negocio online y llevando sus mercancías a donde lo necesiten para seguir creciendo".