Antonio León Álvarez fundó en 1923 la quesería de Illas hoy denominada Quesos La Peral, que un siglo después comercializa sus productos en casi todas las regiones españolas y en varios países extranjeros gracias al trabajo de una estirpe que ha superado la más difícil prueba a la que se enfrentan las empresas de base familiar: la continuidad generación tras generación. Forma parte de la relación de logros de un clan, los López Álvarez, que ha sido distinguido con la décima edición del premio "Familia Empresaria", que concede la Asociación Asturiana de Empresa Familiar.

El jurado ensalza de la familia López Álvarez, en primer lugar, esa longevidad del negocio, "la evolución de la familia en sus casi cien años de historia".

La historia que empezó con Antonio León Álvarez continuó con el matrimonio formado por su única hija, María Luisa León, y su marido Dionisio López,. El relevo siguiente lo tomaron el hijo de la pareja, José Luis López León, y su esposa, María Esther Álvarez Bango. Fue en esa etapa cuando nació la marca Queso La Peral y se construyó una nueva quesería que impulsó la actividad, recientemente ampliada. Los tres hijos de ese matrimonio se han ido sumando a la empresa, propiedad al cien por cien de la familia. Y ya está diseñada la continuidad con una quinta generación, encabezada por Noemí López, nieta primogénita de José Luis López y Esther Banco, que se está formando en Ciencia y Tecnología de los Alimentos para "en un futuro seguir la tradición familiar", al igual que se espera que lo hagan otros miembros de la estirpe, destacó ayer la asociación promotora de los premios.

El jurado ha valorado "muy especialmente", se añade en esa comunicación, "la proyección nacional e internacional de sus productos, contribuyendo singularmente a la promoción de los quesos asturianos fuera de nuestras fronteras y logrando llevar la marca Asturias a los cinco continentes".

El premio "Familia Empresaria" se entregará el próximo día 7 de marzo (19 horas) durante un acto en el Teatro Palacio Valdés, en Avilés.