Asturias registró el pasado año el embargo de 224 viviendas propiedad de personas físicas por el impago de una hipoteca, lo que supone un aumento del 8,2 por ciento respecto a las 207 de 2017, según los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El total de ejecuciones hipotecarias (o embargos de una propiedad para su venta) tras el impago de un crédito afectó a un total de 471 viviendas en el Principado, un 64,7 por ciento más que en el ejercicio anterior.

Los embargos de viviendas de personas físicas subieron un 8,2 por ciento, hasta 224, mientras que los correspondientes a viviendas de personas jurídicas se triplicaron al pasar de las 79 de 2017 a las 247 de 2018.

Asturias registró una tasa de certificaciones por ejecuciones sobre hipotecas de vivienda constituidas entre los años 2003 y 2017 del 0,25 por ciento, la séptima más baja entre las comunidades autónomas, frente a la media nacional del 0,26 por ciento. De las 471 viviendas embargadas en Asturias en 2018, 419 eran usadas y 52, de nueva construcción.

Para el conjunto del país, los datos del INE reflejan que las ejecuciones hipotecarias tras el impago de una hipoteca subieron un 1,6 % en 2018 respecto a un año antes, hasta situarse en 53.857, de las cuales 6.523 fueron sobre viviendas habituales, un 40,7 % menos que en el ejercicio anterior. De estas 53.857 ejecuciones hipotecarias iniciadas sobre el total de fincas en 2018, un 48,1 % correspondió a ejecuciones hipotecarias de viviendas.

Asimismo, el INE destaca que 2.389 viviendas de personas físicas con ejecución hipotecaria iniciada no eran residencia habitual de los propietarios, un 30,4 % menos.

El INE señala que un 73,2 % de las viviendas de personas físicas con ejecución hipotecaria (6.523) fueron viviendas habituales en propiedad, un 40,7 % inferior a 2017, y 2.389 viviendas de personas físicas con ejecución hipotecaria iniciada no eran residencia habitual de los propietarios, un 30,4 % menos. En cuanto al estado, un 20,3 % de las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas fue sobre nuevas, y un 79,7 % sobre usadas.

El número de ejecuciones hipotecarias sobre viviendas nuevas aumentó un 10,6 % respecto al año anterior, mientras que el de usadas bajó un 10,1 %.

Respecto a la antigüedad de las hipotecas, un 22,7 % de las ejecuciones hipotecarias iniciadas sobre viviendas correspondió a hipotecas constituidas en 2007, un 13,7 % a hipotecas constituidas en 2006, y un 13,6 % a hipotecas de 2008. De este modo, el periodo 2005-2008 concentró el 57,2 % de las ejecuciones hipotecarias iniciadas en 2018.

Por comunidades autónomas, Andalucía (10.123), Comunidad Valenciana (10.076) y Cataluña (8.841) fueron las que contaron con el mayor número de certificaciones por ejecuciones hipotecarias sobre el total de fincas en 2018, y País Vasco (261), Comunidad Foral de Navarra (342) y Baleares (802), las que menos.

Asimismo, Comunidad Valenciana (5.242), Andalucía (5.154) y Cataluña (4.561) registraron el mayor número de ejecuciones sobre viviendas, y País Vasco (97), Comunidad Foral de Navarra (173) y Baleares (387), tuvieron los menores.

En cuanto a los datos del último trimestre del año, el número de inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias iniciadas en los registros de la propiedad en el cuarto trimestre de 2018 fue 15.666, lo que supone un 61,8 % más que el trimestre anterior, y un 23,4% más que en el mismo trimestre de 2017.

Entre las viviendas de personas físicas con ejecución hipotecaria, 1.551 eran habituales en propiedad (un 28,9 % menos que en el mismo trimestre de 2017) y 586 no eran residencia habitual de los propietarios (un 24,3 % menos).