Asturias se integra en uno de los nueve corredores ferroviarios que constituyen la espina dorsal de las redes transeuropeas de mercancías. La UE diseñó en 2013 esos corredores -dos de los cuales, el Atlántico y el Mediterráneo, pasan por España- para aumentar la competitividad del tren frente a otros medios de transporte. El objetivo era agrupar los principales flujos de tráfico de larga distancia y afrontar, de forma coordinada y sincronizada, inversiones de mejora de las infraestructuras. Entrar en esa red básica ferroviaria supone para Asturias tener la llave de acceso a un fondo europeo de 30.600 millones para el periodo 2021-2027.
El Noroeste de España ya se quedó fuera del primer reparto de ayudas al quedar aislado de los corredores transeuropeos. Ahora, con el visto bueno de Europa para integrarse en el eje Lisboa-Estrasburgo, Asturias tiene la oportunidad de subirse al tren de las ayudas. Pero para ello es necesario que el Gobierno de España presente proyectos para poder optar a los fondos.
El pasado enero, la alianza de Asturias, Castilla y León y Galicia presentó en Santiago de Compostela una propuesta de actuaciones en la red ferroviaria del Noroeste valorada en 3.100 millones de euros para permitir el tránsito de trenes de mercancías de hasta 750 metros de longitud, completar las electrificaciones, mejorar los accesos a los puertos, crear nodos intermodales -entre ellos el de la ZALIA en Asturias- y preparar la migración del ancho ibérico al estándar o internacional (UIC) mediante la instalación de traviesas polivalentes en todos los tramos a reformar.
El pasado mes respondió el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, con un plan de 3.158 millones para el Noroeste que incluye en el caso de Asturias la conclusión de la Variante de Pajares en 2020 y una inversión de 276 millones para modernizar el trazado ferroviario entre Pola de Lena y Gijón. Esta última actuación incluiría la renovación de la vía y el tratamiento de las trincheras, y permitiría abordar el estudio informativo para reformar el nudo de Villabona, el tramo más saturado de la red asturiana.
