El inversor asturmexicano y exconsejero del Banco Popular Antonio del Valle negó ayer ante el juez que participase en algún plan diseñado para sustituir a Ángel Ron por Emilio Saracho al frente de la entidad y también aseguró que no lideró ninguna iniciativa dirigida a venderla a bajo precio.

Del Valle, que llegó a ser el mayor accionista individual del Popular, declaró como investigado en el caso sobre la gestión del banco que instruye la Audiencia Nacional. Según fuentes jurídicas, el inversor quiso dejar claro que cuando entró en el Popular el banco era muy solvente y estaba bien gestionado, pero que cuando comenzaron los problemas de liquidez echó de menos un mayor apoyo tanto del Gobierno español como del Banco Central Europeo (BCE). Es más, reprochó el comportamiento demostrado por la Junta Única de Resolución (JUR) y más en concreto por su directora ejecutiva, Elke König, por verter valoraciones desfavorables que, a su juicio, agravaron la fuga de depósitos.

Antonio del Valle expuso que invirtió en el Popular en 2014 junto a otros inversores de su país y que le pareció un banco muy solvente, pero que a finales de 2014 comentó con Ángel Ron la necesidad de un cambio en la administración. Eso sí, subrayó que en ningún caso participó en un plan para sustituirle. El propio Ron aseguró al juez del caso que Saracho llegó a la Presidencia de Popular propuesto por Del Valle y la también consejera Reyes Calderón con la única intención de vender el banco. Sin embargo, el inversor mexicano lo ha desmentido y ha añadido que nunca habló con Calderón de este asunto.