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Madrid sobrepasa a Cataluña en riqueza y Asturias se estanca en el 1,9% del PIB nacional

La región es undécima en producción por habitante, pero las pensiones sujetan la renta de las familias por encima de la media del país

Madrid sobrepasa a Cataluña en riqueza y Asturias se estanca en el 1,9% del PIB nacional

Madrid ha pasado a ser la región con mayor peso en la generación de riqueza nacional al superar a Cataluña en 2018, algo que ya había ocurrido de manera temporal en 2012 y 2013. Las cuentas del producto interior bruto (PIB) de las comunidades autónomas, recién revisadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), muestran también que Asturias permanece estancada por debajo del 2% del PIB nacional, nivel que perdió en 2016, en parte por el déficit de dinamismo de la región durante la expansión del crecimiento económico posterior a la Gran Recesión.

El INE ha retocado los números del PIB de las regiones para adecuarlos a los cambios que antes se aplicaron a la contabilidad nacional siguiendo instrucciones europeas. El resultado más llamativo se produce en lo más alto de la clasificación que mide el peso de las economías regionales respecto al conjunto del país: Madrid se convierte en la primera comunidad, con una riqueza generada en 2018 (230.794 millones de euros) equivalente al 19,2% del PIB español, una décima más que en 2017 y ocho más que en 2010; Cataluña queda ligeramente por detrás (228.682 millones de PIB en 2018), con un peso del 19%, una décima menos que en 2017 y dos décimas más que en 2010.

La diferencia entre ambas regiones, de poco más de 2.000 millones de euros, es el reflejo de la disímil trayectoria que han tenido durante la última década, tanto en la fase de recesión como en la de recuperación. El deterioro del PIB durante la crisis fue más severo en Cataluña que en Madrid, de ahí la pérdida del liderazgo de la primera en 2012 y 2013 en favor de la capital. También fue mayor el dinamismo del PIB catalán entre 2014 y 2016, comportamiento que hizo posible que retornara a la primera posición. A continuación, cuando en 2017 y 2018 el país y el conjunto de Europa se adentraron en el terreno de la desaceleración, ésta fue más intensa en Cataluña. Coincidió con las dificultades en el comercio internacional, al que la economía catalana está singularmente expuesta por su perfil industrial, y también con la escalada del conflicto soberanista ("procés"). En esos dos años, Cataluña creció de manera agregada el 4,7%, mientras que Madrid lo hizo el 7,1% y el PIB nacional, el 5,2%. La evolución desde 2010 fue como sigue, según el INE: la economía madrileña avanzó desde entonces a una velocidad media anual del 1,8% y la catalana, al 1,1%.

Ese mismo cálculo para Asturias retrata las dificultades singulares de la región: entre 2010 y 2018, período que comprende lo peor de la última crisis y cuatro años de recuperación, el crecimiento medio anual del PIB regional fue igual a cero, el segundo peor balance por detrás de La Rioja (-0,1%). El resultado recoge los efectos de una destrucción de actividad muy intensa durante el período recesivo y las carencias de dinamismo cuando la economía comenzó a expandirse, en el caso de Asturias en 2015, un año más tarde que en España.

Tal ejecutoria explica que la economía regional suponga desde 2016 el 1,9% del PIB español, cuando en 2010 representaba el 2,1% y a principios del siglo XXI, el 2,2%. Medido en riqueza generada por habitante (PIB per cápita), la región ocupa la undécima posición del país, inmediatamente por detrás de las demás regiones del Noroeste. En cambio, la renta de los hogares es la octava más alta y supera el promedio nacional, principalmente gracias a los casi 5.000 millones que la región recibe al año en pensiones.

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