La salida a Bolsa de la compañía asturiana Estudios y Energías Renovables (Esersa), filial especializada en energía solar y eólica de la ingeniería gijonesa TSK, y cuya próxima cotización anunció el grupo el pasado agosto, se acometerá este verano, entre junio y julio.

El grupo trabaja desde meses en el diseño de la oferta pública de venta de acciones (OPV), con la que pretende captar recursos para una mayor expansión del negocio y el aprovechamiento de las grandes oportunidades que van a permitir el proceso de transición hacia una economía descarbonizada y la apuesta de numerosos países por las energías verdes para frenar el cambio climático.

Aunque la opción inicial y prioritaria es una colocación directa en el mercado, no está totalmente descartado la alternativa de realizar una fusión con un grupo ya cotizado, o bien una venta parcial a un fondo de capital riesgo, opciones que se han estado explorando de forma paralela ante el interés suscitado por la operación.

Esersa se constituyó hace 30 años para explotar centrales hidráulicas pero en los últimos tiempos ha ido evolucionando hacia la energía solar y eólica. Desde el año pasado, TSK trabaja en la agrupación de todos sus activos renovables, con una valoración estimada en más de 350 millones de euros, en su filial como paso previo a su estreno en el parqué.

TSK gestiona activos que suman cerca de 350 megavatios, entre diversas plantas fotovoltaicas en España, Panamá, Puerto Rico y México y participación en dos centrales termosolares (una en Córdoba y otra en el desierto de Negev, en Israel), además de una cartera de proyectos a desarrollar durante los próximos tres años de más de 3.000 megavatios en México, Colombia, Chile, España, Egipto, Reino Unido, Panamá y EE UU.

El grupo considera que el mayor potencial de Esersa reside, no obstante, en sus proyectos de almacenamiento de energía a gran escala -uno de los desafíos de la renuncia a los hidrocarburos y su sustitución por fuentes renovables, que no son programables- y en los que el grupo trabaja desde hace tiempo con nuevas propuestas tecnológicas, caso del recurso al procedimiento criogénico mediante una alianza con el grupo británico High View Power. La sociedad conjunta Highview TSK pretende alcanzar unas ventas acumuladas de 1.000 millones de euros en España, Oriente Medio y Sudáfrica en 2019-2021.

Medios vinculados al grupo asturiano confirmaron que el horizonte que se proyecta para el inicio de la cotización de Esersa en el mercado bursátil se sitúa entre junio y julio, tal y como fuentes financieras habían anticipado a "Cinco Días".

En 2018 (último ejercicio del que se difundieron datos) TSK superó por vez primera los 1.000 millones de facturación (situó su cifra de negocio en 1.107 millones), el 15% más, con un beneficio neto de 23 millones y 1.072 empleados. El grueso de su negocio procede del sector exterior. El 35% de sus ingresos los generó con plantas de energías renovables; el 30%, con convencionales; el 15%, con instalaciones industriales; el 10%, con infraestructuras eléctricas y el 10% restante, con logística y minería.