Los dos bancos con mayor implantación en Asturias (Liberbank y Sabadell) alejaron en las últimas horas la eventualidad de posibles fusiones bancarias aunque sin descartarlas en el futuro.
Manuel Menéndez, consejero delegado de Liberbank, mantuvo durante la presentación de resultados que no tiene encima de la mesa ningún plan para fusionarse, aunque "sigue atento", como siempre, a las oportunidades que puedan producirse, condicionadas a que tengan sentido económico, sean buenas para el banco y creen valor para los accionistas. "Seguimos trabajando para crear un banco rentable y sólido", dijo Menéndez.
El pronunciamiento de Menéndez se produce tras los rumores difundidos en noviembre sobre supuestos contactos entre accionistas de la entidad asturiana y la malagueña Unicaja para retomar las negociaciones que se frustraron el 14 de mayo para una posible integración de ambos grupos.
Unicaja. Unicaja fue muy concluyente en la presentación de sus propios resultados. Pablo González, director de Finanzas de Unicaja Banco, indicó que "no hay ningún contacto con ninguna entidad" y que el grupo andaluz no va a opinar sobre "rumores" y "especulaciones". "No nos vemos presionados para hacer ninguna operación corporativa", agregó el directivo, quien, no obstante, agregó: "Estamos siempre abiertos a analizar operaciones que aporten valor para nuestros accionistas".
Se sabe que la antigua caja malagueña Unicaja (actual fundación bancaria) va a dotar un fondo (de entre unos 140 a 150 millones) para cumplir con la norma regulatoria que impone esta exigencia a aquellas antiguas cajas que a partir de fines de este año pretendan mantener una participación accionarial superior al 40% en los bancos a los que hayan traspasado su negocio financiero.
La Fundación Unicaja controla actualmente el 49,6% de Unicaja Banco. La fusión hubiese permitido a la Fundación Unicaja diluir su peso y cumplir con el límite legal del 40% de participación máxima en el capital del banco. Ahora, la antigua caja andaluza disponía de once meses bien para acometer una fusión o para vender el 9,6% de Unicaja Banco ya sea en Bolsa o mediante colocaciones directas a posibles inversores con el fin de reducir su preponderancia en Unicaja Banco del 49,6% actual a un máximo del 40%.
La entidad ha optado por la tercera opción y se acogerá al precepto legal que permite a las antiguas cajas superar el 40% de dominio de un banco (como hicieron las vascas) dotando un fondo equivalente al 0,6% de sus activos de riesgo. Esto le exime de una venta o de una fusión a corto plazo por exigencia regulatoria y evidencia, en principio, su disposición a seguir sola.
Sabadell. Josep Oliu, presidente del Sabadell (que opera en Asturias como Sabadell Herrero), enfrió ayer la posibilidad de acometer una nueva integración. El pasado día 22 había dejado abierta esa opción por la "presión del mercado" a los bancos, y dio a entender que el Sabadell podría involucrarse en alguna operación: "Quizá sí. Ya veremos". Ayer matizó que, aunque "en términos abstractos las fusiones en el futuro no son descartables", "hoy por hoy el Sabadell no contempla ninguna específica".
BBVA. El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, indicó también ayer que su grupo está centrado en su propio desarrollo aunque tiene un equipo dedicado a otear oportunidades de compra.
La rentabilidad de los bancos está muy presionada por los tipos de interés, la desaceleración y la digitalización. Prácticamente todos redujeron en 2019 sus beneficios, que retrocedieron de media el 18%. Pero una alta autoridad europea dijo a este diario en privado que no es España el mercado en el que piensan los reguladores de modo prioritario cuando reclaman más fusiones en la Unión Monetaria.
