El Consejo de Ministros aprobará hoy los proyectos de ley del impuesto sobre determinados servicios digitales (conocido como "tasa Google") y el que gravará parte de las transacciones financieras ("tasta Tobin"). Ambos gravámanes reportarán al Fisco, según el Gobierno de Pedro Sánchez, más de 2.000 millones de euros al año. Pero al menos la "tasa Google" no se liquidará de momento: el Ejecutivo prevé demorar el cobro hasta final de año, siguiendo la estela de Francia, que aprobó una figura semejante y luego la congeló ante las presiones de EE UU.

El impuesto sobre los servicios digitales consiste en el 3% de los ingresos que las empresas concernidas obtengan por varias actividades (publicidad, intermediación y venta de datos). Afecta a compañías con ingresos anuales mundiales de al menos 750 millones de euros y facturaciones en España superiores a tres millones. Es un perfil en el que encajan sober todo los gigantes Google, Apple, Facebook y Amazon, todos ellos de raíz estadounidense.

El modelo del tributo copia el impulsado en Francia por Emmanuel Macron y se anticipa al que a escala europea también estudia la UE. A principios de este año, la iniciativa francesa provocó un encontronado con la Administración de Donald Trump, que previno al país galo -y a la UE en su conjunto- de que aplicaría represalias comerciales (aranceles sobre las exportaciones francesas) en respuesta a la "tasa Google". La reacción de París fue retener el cobro del impuesto y buscar una negociación con EE UU.

La ministra española de Economía, Nadia Calviño, señaló ayer que "no tiene por qué haber ningún tipo de reacción negativa de EE UU", pero también confirmó que el Gobierno seguirá los pasos de Macron: "En el caso francés, se han suspendido los pagos a cuenta. Es decir, que la liquidación del impuesto se produzca a finales de año. Nosotros prevemos un sistema similar para dar un poco de tiempo y ver cómo evoluciona la negociación en el ámbito internacional". La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, señaló que la vía francesa "puede ser un modelo para España". Añadió que tanto ella como Calviño han informado a sus homólogos estadounidenses, Mike Pompeo y Steven Mnuchin, sobre la intención del Gobierno español de sacar adelante el impuesto.

Los técnicos de Hacienda agrupados en Gestha auguraron ayer que la tasa se demorará al menos hasta 2021 y afirmaron que su recaudación (1.200 millones), así como la de la "tasa Tobin" (850), pueden haber sido "sobreestimadas" por el Gobierno.