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Galicia impulsa ya planes para los fondos verdes mientras Asturias aún define su estrategia

La Xunta promueve una planta de biogás, una fábrica de viscosa y una central de hidrógeno

Central térmica de carbón de Soto de Ribera. SILVEIRA

La vecina Galicia toma ventaja en la carrera por captar los "fondos verdes" que ultima la Unión Europea (UE) para aquellas regiones que sufrirán mayores impactos socioeconómicos con la transición energética. Mientras que Asturias afina su "estrategia" -el Principado presentó el martes el trabajo de la Comisión Mixta para evaluar el Impacto de la Transición Energética en Asturias en la que se plantean las metas volantes que la región debe de ir alcanzando-, en Galicia ya han pasado a la acción y van a poner sobre la mesa de Bruselas tres grandes proyectos para dar un salto importante hacia la economía verde: una fabrica de viscosa, una planta de biogás y una central de hidrógeno verde.

La Xunta de Galicia pactó con el denominado comité de expertos económicos (reunido para aportar ideas para hacer frente a la crisis de la pandemia del coronavirus) dar impulso a tres proyectos verdes respaldados por la iniciativa privada que califica como "tractores" y con los que quieren matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, quieren sacar provecho de la lluvia de millones de los "fondos verdes" de la UE y, por el otro, que estas nuevas iniciativas sirvan como inyección para estimular la economía gallega tras la pandemia del Covid-19.

En concreto, Galicia quiere construir una planta para la fabricación de viscosa a partir de madera destinada al sector textil; plantea levantar una central de hidrógeno -la más grande de Europa- que tendría una potencia de 50 megavatios con los que abastecería a 630 camiones de pila de combustible y así metería un buen tajo a sus emisiones contaminantes, y una última iniciativa que consistiría en producir biogás y fertilizantes a partir del purín que genera el ganado pero que no se utiliza en el campo por las propias explotaciones, y que calculan que en Galicia llega a sumar unos 25 millones de toneladas al año.

Cabe destacar que la compañía papelera Ence tiene previsto llevar a cabo en su planta de Navia un proyecto muy similar a uno de los planteados por Galicia, pero cuyo desarrollo final está pendiente de la evolución de la crisis del coronavirus. La compañía tiene comprometido en su plan estratégico de 2019 a 2023 un plan inversor cercano a los 500 millones para la fabricación de productos higiénicos absorbentes y -aquí llega el paralelismo- la construcción de una nueva línea polivalente capaz de producir indistintamente, según las condiciones del mercado, bien celulosa para fabricar viscosa con destino al sector textil o la celulosa de fibra corta que ya se elabora en la planta asturiana.

Volviendo a la comunidad vecina, Galicia espera que sus tres proyectos verdes generen en conjunto una inversión de casi 1.300 millones de euros y den empleo a 1.700 personas. El relacionado con la viscosa es el más vistoso en cuanto a sus cifras. Ayudará a generar 800 puestos de trabajo (casi la mitad de los previstos) y requerirá una inversión de 700 millones.

La Comisión Europea prevé destinar para España 1.806 millones del fondo de la transición justa, los denominados también como "fondos vedes", que podrían movilizar inversiones de más de 6.700 millones de euros. Inicialmente, de estas ayudas que están por concretar se podrían beneficiar las provincias de Asturias, La Coruña, León , Palencia, Teruel, Córdoba, Cádiz y Almería, las más afectadas por el cierre del sector minero y de las centrales térmicas de carbón.

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