El precio del oro, uno de los activos que está considerado como refugio en tiempos de crisis, ha superado la frontera de los 1.900 dólares por onza (unos 1.630 euros al cambio actual) con lo que está rozando ya con la yema de los dedos su récord histórico que había alcanzado en septiembre de 2011, cuando llegó a pagarse a 1.921 dólares (1.648 euros).

En las últimas sesiones, el precio del oro ha mantenido una senda alcista ante la incertidumbre que genera en los mercados la proliferación de rebrotes de la epidemia de coronavirus. Otros factores que explican el comportamiento al alza del metal precioso son las renovadas tensiones entre EE UU y China, y algunos indicadores macroeconómicos que muestran la profundidad de la crisis.

También influye en la evolución del oro su consideración como activo refugio. Muchos de los inversores están redirigiendo su dinero hacia el metal dorado debido a la enorme incertidumbre que existe en las bolsas internacionales, con demasiados vaivenes durante las últimas semanas.

El oro empezó el año por encima de los 1.500 dólares por onza y superó el nivel de los 1.600 a mediados de febrero. Sin embargo, en marzo, al irrumpir la epidemia de coronavirus en Europa, el precio llegó a bajar de los 1.500 dólares al optar los inversores por ganar liquidez. Sin embargo, los precios comenzaron a recuperarse al final de ese mes y en abril llegaron a los 1.700 dólares.