Los nuevos graduados universitarios asturianos aceleraron durante el último lustro su éxodo hacia otras regiones y al extranjero para trabajar, según refleja una encuesta divulgada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las cifras de esa fuga de talento pueden resumirse así: una de cada tres personas que obtiene en una titulación universitaria deja Asturias porque fuera encuentra mejores oportunidades laborales.

El trabajo del INE se centra en la situación profesional que en 2019 tenían los 3.753 estudiantes que se graduaron en el curso 2013-2014. Es por tanto una radiografía laboral realizada cinco años después de finalizada la formación. Algunos de los rasgos más relevantes para el caso de Asturias se resumen en los siguientes puntos.

Los índices de desempleo de los graduados dejan ver que la cualificación universitaria mejora significativamente las opciones de encontrar empleo, sea para conseguirlo dentro o fuera de Asturias. La tasa de paro de quienes se titularon en 2014 era en 2019 del 8,1%, seis puntos inferior al índice general de entonces (14,19%), que incluye a los ocupados de todas las edades y estratos de formación. En el año citado, el 84,4% de los graduados estaba trabajando (en puestos adecuados a su nivel formativo o no) y el 7,5% permanecía en situación de inactivos, categoría integrada principalmente por las personas que continúan sus estudios y retrasan su incorporación al mercado laboral.

Se confirma que las carreras con menos paro son las vinculada a las ciencias de la salud, las ingenierías y algunas económicas. La tasa de desempleo es nula en el caso de los médicos y del 2,5% en enfermería. Las ingenierías vinculadas al mundo de la industria y de la construcción tienen de media un 3,6% de parados y, siempre según el INE, no pasan del 1,3% los graduados en dirección y administración de empresas que están desocupados. En el extremo contrario, la tasa de desempleo es del 29% en humanidades y del 22,8% entre los maestros de educación infantil.

Asturias aparece como la séptima comunidad con mayor índice de movilidad, entendiendo por tal la proporción de graduados que, a los cinco años de acabar los estudios, trabaja en otra autonomía o fuera del país. El 63,3% de los titulados en la Universidad asturiana en el período indicado que tienen trabajo permanecen en la región, el 26,6% se ha ido a otra y el 10,1%, al extranjero. La tasa global de desplazados (36,7%) supera en más de seis puntos la que se registraba en 2014 con quienes terminaron sus carreras en 2010 (30,2%).