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El atasco de El Musel por la huelga en Bilbao retrasa buena parte de la exportación regional

El metal y la alimentación sufren severas demoras: “Tenemos contenedores esperando desde octubre, ya nos están anulando pedidos”

Un buque carga contenedores en el puerto de El Musel. | Marcos León

La compañía El Gaitero tenía este jueves nueve contenedores cargados de sidra haciendo cola en la terminal de El Musel a la espera de que fueran cargados en diversos buques para tomar rumbo a Cuba y República Dominicana. Pero la mayoría no llegarán a tiempo a su destino. Lo asumía ayer con resignación la directora comercial de la firma de Villaviciosa. “Algunos llevan esperando a salir desde finales de octubre”, señala María Cardín. A la cola. El atasco es mayúsculo.

La huelga de estibadores que desde hace más de un mes mantiene paralizado el puerto de Bilbao ha provocado que el gijonés haya tenido que absorber la mayor parte de aquellos tráficos, lo que está provocando una fuerte aglomeración y, a la par, está retrasando considerablemente las ventas de muchas empresas asturianas en el extranjero. Más en tiempos de necesidad. Las más afectadas son las compañías agroalimentarias y las del metal que sacan por Gijón buena parte de su producción.

Algunas de las empresas asturianas del metal reconocen que se están produciendo retrasos y citan que, de media, sus cargamentos vienen sufriendo una demora de más de una semana en la plataforma de El Musel. Allí quedan paradas, a la espera de salir rumbo a sus destinos. Esa situación está provocando numerosos retrasos. ArcelorMittal asegura que la huelga de los estibadores vascos le ha tocado por la vía de las bobinas, que buscaban salida por aquel puerto. Pero ha encontrado una vía alternativa por Plentzia, también en el País Vasco.

“Esa vía (la de los contenedores) es la que utilizan muchas compañías del metal y también es el camino por el que entran muchas mercancías como las legumbres que luego van a los supermercados asturianos”, señala el presidente de la asociación de transportistas autónomos Cesintra, Alejandro Monjardín. Aunque añade también que los problemas en la terminal vienen de atrás, solo que ahora se han agravado porque la actividad se ha multiplicado “por seis o por siete”. Unos números impresionantes que han obligado a la empresa concesionaria del servicio APM ha reforzar la plantilla debido al colapso que está sufriendo. La propia empresa reconoce que está intentando buscar soluciones para atajar el problema.

Los problemas en Bilbao comenzaron por las desavenencias entre los sindicatos y la dirección del Puerto a cuenta del nuevo convenio colectivo

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Monjardín asegura que se arrastran algunos obstáculos como, por ejemplo, que en la terminal hasta hace no mucho solo había una báscula para el pesaje de los camiones. Ahora se ha instalado una nueva portátil. Y que solo hay una entrada para los camiones, lo que en muchas ocasiones provoca atascos a la entrada. “Es un servicio que no estaba funcionando bien, pero que ahora por culpa de lo que está ocurriendo en Bilbao se ha agravado”, argumenta Monjardín. que añade que en la terminal había muy poco personal.

Campaña de Navidad

A El Gaitero el atasco ha podido tirarle por tierra buena parte de las ventas fuera de la campaña de Navidad, con la que esperaba aliviar la caída de la demanda que está sufriendo por la vía de la hostelería, cerrada en el Principado para combatir la expansión de la segunda ola del coronavirus. “Ya estamos teniendo cancelaciones. Tenemos un cliente al que el pedido ya le ha llegado tarde y los productos no han podido estar en los supermercados en las fechas que estaba previsto”, señala. A esto se une que los barcos también van con bastante retraso. Tanto que hay barcos que han llegado a su destino dos semanas más tarde de lo que tenían previsto. “Hay un colapso general”, argumenta Cardín. Es decir, que las rutas marítimas están saturadas, lo que está provocando fuertes demoras en este tipo de transporte. Es más, la empresaria señala que su compañía tenía previsto hacer una fuerte campaña en la República Dominicana para introducir sus productos en aquel mercado y que ahora pende de un hilo. “Una parte importante de la exportación ya salió hace tiempo, pero, como si no tuviésemos suficiente con la caída de ventas ligada al turismo y a la hostelería de este año, nos encontramos con una huelga de estibadores en el puerto de Bilbao y el colapso del puerto de Gijón que hacen que tengamos mercancía parada a la espera de barco desde hace tres semanas”, lamenta la directora comercial de El Gaitero.

Los problemas en Bilbao comenzaron por las desavenencias entre los sindicatos y la dirección del Puerto a cuenta del nuevo convenio colectivo. La tensión fue poco a poco en aumento, la negociación había comenzado ya en diciembre del año pasado, y desembocaron en esta huelga que comenzó el 9 de octubre y que, en principio, se extenderá hasta el 9 de diciembre. Y no hay previsión de que pueda llegarse a un acuerdo pronto. De hecho, los sindicatos vascos acaban de apelar al Gobierno para que intervenga y medie para tratar de buscar una solución.

No obstante, todo esto se produce en un momento en el que las exportaciones van a la baja. Las ventas en el exterior de las empresas asturianas cayeron un 20,3% entre enero y septiembre de este año, hasta alcanzar los 2.893 millones de euros. Sin embargo, la mala racha va por barrios o, más bien, por sectores. El de la alimentación y bebidas era, precisamente, uno de los que nadaba a contracorriente y estaba incrementando sus exportaciones. Estaban creciendo un 5,8%. Al otro lado, la industria sí que estaba recortando sus ventas. La de bienes de equipo descendió más de un 16% hasta septiembre.

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