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El mayor banco empieza en los cajeros

CaixaBank y Bankia culminan la fusión, prevén que en el ERE primen “la voluntariedad y la meritocracia”, y el cliente ya puede usar indistintamente sin comisión sus redes automáticas

José Ignacio Goirigolzarri, a la izquierda, y Gonzalo Gortázar, ayer, en Valencia. | E. P.

La nueva CaixaBank, convertida en el mayor banco de España con la integración de Bankia, ya es una realidad desde ayer y los cambios para la clientela han empezado de inmediato. El consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, informó que los clientes de Bankia ya pueden utilizar la red de cajeros de CaixaBank sin tener que pagar comisiones por ese servicio, y viceversa. Son 14.000 sucursales de la red conjunta, 56 en Asturias.

Es un primer paso en la nueva operativa de la entidad con sede social en Valencia, que quedará completada a finales de año cuando esté terminada la integración tecnológica. Mientras tanto, los usuarios que, por ejemplo, acudan a una oficina para pedir una hipoteca de Bankia se les dará, si es el caso y así lo piden, las que ofrece todavía esta entidad y lo mismo sucederá con las de CaixaBank. No obstante, Gortázar aseguró que “pronto” se lanzarán productos para las dos redes y que el objetivo es que la política comercial tienda a converger. El ejecutivo dejó claro que la nueva entidad mantendrá la política de no cobrar comisiones en la mayoría de los servicios a los clientes que tengan una vinculación clara con el banco, una práctica que, recordó, ya hacían los dos bancos por separado. Asimismo, afirmó que a los clientes de Bankia “no les va a cambiar nada” en su operativa con la entidad a corto plazo –al margen de la cuestión de los cajeros–, y cuando se produzcan los cambios con la integración tecnológica “se les informará”.

El futuro presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, que será nombrado por el consejo en su primera reunión del próximo martes, precisó que la marca CaixaBank se empezará a poner este fin de semana en los edificios corporativos de la entidad, singularmente en la torre KIO de Madrid donde Bankia tenía su sede operativa, mientras que en las oficinas se irá incorporando con el objetivo de estar terminado el proceso en junio.

Gortázar anunció que las conversaciones con los sindicatos para reducir plantilla –que algunos medios sitúan en unas 7.000 bajas de una plantilla próxima a los 50.000 trabajadores– comenzarán tras la Semana Santa. Será entonces cuando la entidad financiera haga pública la magnitud del recorte y el número de cierres de oficinas. La idea, según el consejero delegado, es que las conversaciones estén concluidas para el fin del segundo trimestre. No quiso entrar en detalles cuando se le preguntó por el rango de edad de los afectados por el ERE, pero dejó claro que se tendrá en cuenta la “meritocracia”, es decir “retener a los mejores”, y se intentará, como en otros despidos colectivos previos, que “se prime la voluntariedad”.

Goirigolzarri despejó las dudas de la sede. Afirmó que “no hay ninguna previsión ni planteamiento de cambios” y que el domicilio social seguirá en Valencia, donde lo tenía también Bankia. El presidente de CaixaBank “in pectore” no quiso desvelar cuál será la política de dividendos hasta que tome una decisión al respecto el consejo. Preguntado por la salida del Estado del capital de la nueva entidad –el FROB tenía el 61% de Bankia que ahora ha quedado reducido al 16 %–, recordó que el Consejo de Ministros ha retrasado la fecha tope de 2021 a 2023. Sobre la devolución parcial del multimillonario rescate de Bankia acometido en 2012, dijo que debe ser el citado fondo el que responda.

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