Solo el 1% del comercio exterior de Asturias usa el tren, a la espera del Corredor Noroeste

Según datos del Departamento de Aduanas de la Agencia Tributaria recopilados por Sadei, durante el pasado año Asturias exportó mercancías valoradas en 3.912 millones de euros. De ese comercio al exterior, el 60,62% salió por mar, el 34,69% por carretera y sólo el 1,56% por tren, casi lo mismo que por aire, que fue el 1,46%. En cuanto a las importaciones, el importe total ascendió a 3.082 millones de euros y el 57,56% llegaron a Asturias por mar, el 38,29% por carretera, el 3.91% por aire y el 0,13% por ferrocarril, casi lo mismo que llegó por envío postal, que fue el 0,12%.

Si en vez de dinero se toma como referencia el peso de las mercancías, el tren no mejora sus registros. Movió el 1,44% de las exportaciones y tan solo el 0,06% de las importaciones, lo que deja patente el papel residual del tren en el comercio exterior de Asturias y ello a pesar de que la región registra un intenso tráfico de mercancías. Sin embargo, ese tráfico es nacional y durante las últimas décadas ha estado muy centrado en productos siderúrgicos (principalmente el acero producido por ArcelorMittal en Gijón y Avilés y transportado a las plantas acabadoras de la compañía en la Comunidad Valenciana, País Vasco y Navarra) y en carbón, una mercancía cuyo movimiento ahora es mínimo debido a los cierres y anuncios de clausuras de centrales térmicas de Asturias y Castilla y León.

Para compensar esa pérdida de tráficos de carbón, explotar las posibilidades que abrirá la variante ferroviaria de Pajares una vez que esté concluida y aprovechar las oportunidades que genera la extensión del ancho ferroviario internacional en España (el ibérico limita las posibilidades de los tráficos internacionales), Asturias quiere potenciar el ferrocarril como vía para el comercio exterior.

La unión entre Castilla y León, Galicia y Asturias, impulsada por la plataforma que agrupa a las organizaciones empresariales de las tres comunidades autónomas, hizo posible que el Noroeste de España se incluyera en el último momento en la red ferroviaria transeuropea y tuviera vía libre al acceso preferente a las ayudas de la Unión Europea (UE) para mejorar el tránsito de mercancías mediante electrificaciones, mejoras de trazado para permitir el tráfico de trenes de más de 750 metros, desdoblamientos y construcciones de terminales intermodales. El Noroeste evitó el aislamiento y se subió al Corredor Atlántico (Lisboa-Estrasburgo), pero las reivindicaciones de la plataforma empresarial no han cesado porque ahora lo que se necesita es que el Gobierno apruebe proyectos para que llegue la inversión. Durante los últimos meses la Plataforma Atlántico Noroeste ha expresado su temor ante un posible “trato desigual” del Gobierno con los dos corredores transeuropeos. Teme que el del Mediterráneo tenga vía preferente en las inversiones.

Cien millones para la autopista ferroviaria del ramal central

Los corredores ferroviarios Atlántico y Mediterráneo tienen un ramal central que está ganando protagonismo. Los territorios que lo atraviesan reclaman prioridad para ese trazado y han conseguido el primer avance.

Casi 200 camiones circulan a diario entre el Puerto de Algeciras y Zaragoza en cada sentido. El 20% de ese tráfico de mercancías que va ahora por carretera podrá subirse literalmente al tren a partir del 2023 cuando se haga realidad la autopista ferroviaria (denominada técnicamente ferroutage) que unirá la plataforma logística Plaza de Zaragoza y la terminal marítima andaluza –puerta de entrada al norte de África–, a través del ramal central que pasa por Madrid, Córdoba y Antequera. El proyecto, que está llamado a revolucionar el modelo de transporte de bienes en España, se prevé materializar con la inversión de 100 millones de euros en una primera fase (que se pretende completar con fondos europeos) para resolver las limitaciones que presentan los gálibos en túneles, pasos elevados o estaciones para la circulación de este tipo de trenes en los que se cargan los remolques de los camiones. Su consecución permitirá reducir de forma notable las emisiones de CO2 que generan los abultados flujos de carga que se mueven por este corredor, acaparados principalmente por la industria del automóvil, la agroalimentación y el textil. El anuncio fue realizado por la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, y el ministro de Transportes, José Luis Ábalos. «Es un objetivo prioritario que se ponga en servicio lo antes posible dado el interés suscitado en los agentes privados», afirmó Pardo a tenor de las consultas realizadas con las principales empresas de transporte que operan este corredor.