Entrevista | Arcadio Gutiérrez Zapico Director del Club Español de la Energía

“Asturias tendrá éxito en la transición energética si apuesta bien, hay posibilidades”

“En la región se dan las condiciones para el desarrollo del hidrógeno verde, tiene infraestructuras y capacidad industrial”

Arcadio Gutiérrez Zapico.

Arcadio Gutiérrez Zapico. / José Luis SALINAS

José Luis Salinas

José Luis Salinas

Arcadio Gutiérrez Zapico (Turón, 1953) es el director general del Club Español de la Energía (Enerclub), una asociación que se dedica a fomentar la formación y la innovación en ese complejo sector. Gutiérrez, que hace gala de asturianía, comenzó su carrera en el ámbito de la energía nuclear y llegó a ser director general de Unión Fenosa Ingeniería, presidente de Tecniberia o consejero en Soluziona y Prointec. Es, también, coordinador del club de la energía de la Asociación Compromiso Asturias XXI. En las siguientes líneas explica cuál considera que debe ser el futuro energético de la región.

–¿Por dónde considera que debe ir el futuro energético de Asturias?

–El futuro energético de Asturias irá marcado por las políticas europeas y nacionales, principalmente por el “Green Deal” en Europa, y la ley de Cambio Climático y Transición Energética y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) a nivel nacional, que establecen las reglas de juego en el campo energético para las próximas décadas hacia la neutralidad climática en 2050. Bajo estas premisas, el futuro energético de Asturias deberá ir acompañado por la promoción del desarrollo industrial y generación de valor en toda la cadena de suministro aprovechando sus numerosas potencialidades basadas en su tradición minera, energética e industrial; sus recursos; sus magníficas infraestructuras en energía y transporte; su potente sector de bienes de equipo y de industrias de servicios, e importantes empresas de ingeniería, y su capital humano de alta cualificación y experiencia.

–¿Es el momento de apostar por la industria asturiana?

–Sin duda. Una de nuestras fortalezas es que siempre hemos apostado por la industria, y debemos hacerlo más aún, porque tenemos mucho que aportar en la transición. Asturias tiene posibilidades de tener éxito si apuesta bien y si la política energética e industrial van de la mano, identificando aquellas áreas que pueden darle una ventaja competitiva.

–¿Cómo debe afrontar una región como Asturias la transición ecológica?

–Debe afrontarla con el concepto de Transición Justa en su ADN, no solo disminuyendo emisiones, sino convirtiendo todo el tejido empresarial energético en un tejido de futuro, que cree puestos de trabajo y promueva la cohesión social. En resumen, transformando la transición ecológica en una estrategia industrial, como la define la UE. A principio de 2020, había cinco centrales térmicas de carbón. Hoy se han anunciado procesos de cierre de la mayoría. Aunque la transición energética implica inicialmente desventajas para la región, también abre nuevas vías de desarrollo de negocio que tenemos que aprovechar. Energía eólica, almacenamiento, hidrógeno verde, digitalización y redes, autoconsumo, movilidad, eficiencia energética, economía circular, biomasa… Pocas veces ha estado tan marcado el camino a seguir con objetivos a cumplir.

–¿Tiene futuro el hidrógeno verde?

–En Asturias, se dan las condiciones idóneas para su desarrollo. Tenemos unos procesos industriales susceptibles de utilizar este hidrógeno en el futuro, y además existen infraestructuras y capacidad industrial. Nuestro “think tank” de energía Compromiso Asturias XXI así lo ha entendido, proponiendo un proyecto regional que implique a productores y consumidores actuales y de futuro. El Gobierno del Principado está en ello y lo está promoviendo.

–¿Puede convertirse Asturias en un referente en hidrógeno verde?

–Con el impulso y el apoyo político, promoviendo la colaboración pública privada, aprovechando el tremendo capital humano de la región, y utilizando tanto los fondos de transición justa como los fondos europeos, estoy convencido que puede hacerse. Por el lado de la demanda deberían lanzarse proyectos de demostración potentes para desarrollar su uso en sectores como el del acero, químico, cementero, etcétera, presentes en nuestra región, y siempre ligando su desarrollo a una energía renovable competitiva. Tampoco debemos olvidar la potencialidad de la planta de El Musel que puede darnos una ventaja estratégica.

–¿Y en otro tipo de tecnologías como el “offshore”?

–El buen recurso eólico “offshore” con el que contamos en Asturias, unido además a nuestra gran capacidad en sectores relacionados, como los puertos, el sector naval, la industria electromecánica o las redes eléctricas, son ventajas que debemos aprovechar. Estamos ante otro desafío tecnológico importante donde deben unirse fuerzas entre Administraciones, empresas y sociedad civil.

–¿Qué posibilidades ve a la energía eólica en la región?

–Hoy Asturias cuenta con 611 MW de potencia eólica terrestre, con una capacidad de evacuación de 1.600 MW, por lo que la energía eólica en Asturias tiene mucha capacidad de desarrollo aprovechando además la reducción de costes experimentado en los últimos años. En nuestra región hay muchas zonas medioambientalmente protegidas, por lo que es un factor también a tener en consideración, pero sin perder las grandes oportunidades que esta tecnología ofrece. Este equilibrio entre desarrollo eólico y respeto al entorno es ineludible, y no me cabe duda de que está muy presente en el desarrollo de la eólica en el Principado.

–¿Les preocupa el retraso en el reparto de los fondos?

–La Unión Europea se está encargando de que se den las condiciones adecuadas para que estos fondos sean bien aprovechados. Aquellas regiones que planteen mejores planes y buenos proyectos en los próximos meses, obtengan el consenso político y social sobre los mismos y estén mejor preparadas, tendrán las mayores ventajas. Ese es el reto de Asturias, como lo hemos señalado en el foro Compromiso Asturias XXI, que promueve el desarrollo económico de la región.

–¿Y que no puedan llegar a las pymes?

–La colaboración privada para el desarrollo de estos proyectos es fundamental, englobando a empresas grandes, medianas y pequeñas. El tejido de pymes en España, y también en Asturias, es muy amplio, por lo que jugarán un papel fundamental en los fondos. Además, se están estudiando los mecanismos más adecuados para que así sea, y combinar proyectos tractores con proyectos de ámbito más específico.

–¿Teme que Asturias pierda este tren?

–Es normal que existen dudas de cómo abordar esta crisis, compleja, con un impacto significativo en Asturias, y en todas aquellas regiones con una economía como la nuestra. Pero tengo mucha confianza en nuestras virtudes tradicionales de laboriosidad, seriedad, capacidad industrial y buen hacer. Ya ha demostrado en crisis anteriores su gran resiliencia colocándose a la vanguardia de la industria energética nacional.

–¿Cómo atajar el problema de paro juvenil que tiene la región?

–Este es un tema básico que no afecta solo a Asturias, sino al conjunto del país y sobre el cual se debe hacer una reflexión profunda sobre cuáles son los trabajos de presente y de futuro, y qué perfiles se van a necesitar en el contexto de grandes y profundos cambios que se están produciendo en nuestra sociedad (digitalización, nuevos modelos de negocio, etcétera). La clave radica en el sistema educativo, tanto si hablamos de formación reglada, formación dual o cualquier otra. En el sector energético se presentan muchas oportunidades de empleo, que hay que dar a conocer y tener en cuenta en los planes de estudio, la formación profesional, en las carreras STEM y otras, porque la base de la solución está en la formación y el sistema educativo.

–¿Tiene opciones Asturias de atraer talento?

–Muchas. Creo que es una de las mejores regiones en España a nivel de calidad de vida. Asturias tiene un gran atractivo, por su belleza, por sus recursos naturales, su gastronomía, su cultura y su gente. Además, es una región de agricultores, pescadores, ganaderos, y sobre todo trabajadores especializados del sector industrial y en la minería, también en los servicios, que cuenta con un excelente capital humano, tejido empresarial y despliegue de infraestructura. Cuenta ya con mucho talento y todos los cambios que vienen creo que pueden atraer mucho más.

–Las electrointensivas asentadas en la región protestan por los altos precios de la factura eléctrica, ¿cómo atajar ese problema?

–En la Unión Europea el 25,1% de la energía consumida procede de la demanda industrial, en España esta cifra es del 23,1%, y en Asturias la cifra alcanza el 68,8%. Este dato se explica por la presencia y la concentración de industrias intensivas en el uso de energía. Además, la industria electrointensiva representa el 53,8% del total de energía eléctrica consumida en Asturias. Es normal que preocupen los precios y su evolución. No es un problema sencillo, hay que atajarlo desde distintos frentes, y creo que se está trabajando en ello enmarcado en la legislación europea. Hace unos meses se promulgó un decreto de la industria electrointensiva que establece el marco básico y ahora toca aplicar las medidas concretas. También es cierto que, aunque la previsión de precios del mercado eléctrico español es favorable, los precios del CO2 actuales no ayudan al tener que competir con productos que provienen de áreas que no tienes estos condicionantes. En este sentido, el mecanismo de ajuste de carbono en frontera que la Comisión ha anunciado será clave para estas y otras industrias.

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