Antonio Fernández-Escandón (Gijón, 1953) será el nuevo presidente de Femetal, la patronal de la metalurgia asturiana. Ayer la Federación le ratificó como único candidato una vez superados los plazos de presentación de candidaturas e impugnaciones al proceso. Escandón sustituirá en el cargo a Guillermo Ulacia (Baracaldo, 1954) , que finaliza ahora su mandato y no opta a la reelección. El cambio a los mandos de la Federación de Empresarios del Metal y Afines del Principado de Asturias no será efectivo hasta el próximo mes.

Ingeniero de minas, se incorporó a la empresa familiar Zitrón (Nietos Ortiz, al revés) en 1963. En los últimos años Escandón ya pensaba en su retirada pero dice, con sorna, que “la insistencia de otros” le llevó a embarcarse en el nuevo reto de la patronal. “Yo no me presenté, me presentaron”, bromea. El gijonés deberá ponerse al frente de Femetal en un momento muy complicado para el sector, que sufre con la subida del coste energético y lleva semanas alertando de la situación “crítica” que atraviesa debido a la huelga del transporte. Antonio Fernández-Escandón tiene experiencia a la hora de reconducir situaciones complicadas.

La empresa que ahora dirige el próximo presidente de la patronal metalúrgica fue cofundada en 1963 por su padre, Aurelio Fernández Escandón, con el capital obtenido por la compañía Ortiz Sobrinos con la explotación y comercialización de carbón en el valle de Turón. Desde sus inicios, Zitrón se especializó en los sistemas de ventilación. Tras ocupar varios cargos en la empresa familiar, Antonio Fernández-Escandón se convirtió en gerente de Zitrón en 1991. La empresa estaba entonces al borde de la quiebra a causa de impagos y la crisis en el sector ocasionada por el desmantelamiento de la minería. Con el ingeniero al frente de los mandos de la ingeniería, la empresa dio un vuelco, centrando su negocio en el extranjero y haciendo despegar la compañía.

Zitrón es una de las compañías asturianas presente en las grandes obras públicas. La ingeniería ha participado en la construcción del túnel de Somport, las nuevas líneas de metro de Madrid, Moscú, Sidney o Doha y en el soterramiento de la madrileña M-30. Durante los últimos años, el 95% de las ventas de la compañía asturiana han sido en el exterior. En los últimos meses, sin embargo, la ingeniería gijonesa puso su parte en el proyecto de la Variante de Pajares, la gran obra española. Zitrón suministró e instaló los 212 ventiladores de los nuevos túneles ferroviarios de Pajares. Otro de sus encargos recientes está en el metro de París, con el proyecto del Grand Paris Express.