La empresa naviega Astilleros Armón, uno de los principales grupos de construcción naval de España, ha sido adjudicataria por el juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, para adquirir la unidad productiva de Hijos de J. Barreras, el mayor astillero privado español, actualmente en concurso.
La magistrada Amelia Pérez coincide así con el criterio de la administración concursal, ejercida por Tahice Legal, que descartó tanto las opciones de la también asturiana Gondán como de la gallega Marina Meridional porque ofrecían por la factoría una cantidad económica menor que Armón, aunque Gondán se comprometía a conservar casi toda la plantilla en tanto que Armón se quedará en principio con 20 de los 121 trabajadores actuales. Armón señaló ayer que pretende “la incorporación progresiva de nuevos trabajadores tanto del astillero como de la industria auxiliar”.
Armón abonará 14,7 millones de euros, que se corresponde con 14,2 millones por las instalaciones y otros 500.000 euros por el achatarramiento y ventas de los cascos de unos “ferries” pertenecientes a un proyecto frustrado que se estaba construyendo para la naviera noruega Havila Kystruten.
A juicio de la jueza, la oferta económica superior de Armón va a permitir un mayor cumplimiento de las obligaciones con los acreedores, lo que va a posibilitar “la conservación de empresas auxiliares”. Entre los acreedores figuran las empresas asturianas Industrial de Acabados, Aplicaciones de Superficies de Asturias y Norteña Comercializadora Siderúrgica (Nordiser)
“La sostenibilidad del tejido empresarial e industrial del sector auxiliar y complementario de la actividad de Hijos de J. Barreras, vinculada al sector naval, determina que haya que velar por la satisfacción de los créditos de quienes, como acreedores, concurren al proceso”, señala la resolución judicial. La operación de compraventa se materializará en el plazo máximo de un mes, a contar desde ayer, y Astilleros Armón prevé tomar posesión de las nuevas instalaciones en julio.
La compañía asturiana, que preside José Ramón Fernández García y dirige como consejero delegado Laudelino Alperi Baragaño, informó ayer que la incorporación de Barreras le permitirá no solo ampliar su capacidad productiva, sino también acceder a nuevos segmentos de mercados y tipos de buque, en particular construcciones de mayor porte. Entre las embarcaciones que Armón pretende fabricar en Barreras figuran “ferries” para pasaje y carga rodada (mercados en el que el astillero vigués tiene “gran experiencia y reputación”, según Armón), así como buques oceanográficos, pesqueros y barcos de apoyo a plataformas y parques eólicos marinos, en los que la empresa naviega “dispone”, dijo el grupo, de “enormes referencias”, por lo que entiende que “pueden ser un buen punto de partida” para la nueva unidad de producción.
Siete centros productivos
Barreras se convertirá en el séptimo centro productivo de Astillero Armón. En la actualidad cuenta con astilleros en Navia (sede del grupo), Gijón (antigua Juliana Constructora Gijonesa), Burela (Lugo) y otro en Vigo (antigua Construcciones Navales Santo Domingo), así como otras dos filiales en Jarrio y en Puerto de Vega, ambas también en el municipio de Navia. En Jarrio opera la sociedad Conformado y Corte, que trabaja el acero para las sociedades del grupo y otras, y en Puerto de Vega está la compañía Auxiliar Naval del Principado, que construye embarcaciones rápidas en aluminio.
La adquisición de lo que Armón denominó ayer como el “histórico y centenario astillero Barreras”, y que se propone “relanzar”, supone un importante salto en las magnitudes al tratarse del astillero privado de mayor tamaño del país.
El ERE previsto para el centenar de trabajadores que serán despedidos será de 20 días de indemnización por año trabajado, con límite de 12 mensualidades. El comité de empresa de Barreras anunció que dará la batalla en los juzgados y “en la calle” tras la venta de la unidad productiva a Armón. Los sindicatos defendían la propuesta de Gondán.
La Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia (Asime) celebró la venta porque, a su juicio, permitirá reactivar la industria naval gallega y porque Armón tiene, según esta patronal, una “contrastada experiencia y solvencia”.
