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Duro Felguera busca también financiación para su proyecto de fabricación de equipos de eólica marina en El Musel

La compañía comunica al órgano regulador de la Bolsa que la negociación de apoyo financiero adicional «es práctica habitual en la compañía y no conlleva otro tipo de apreciaciones»

Duro Felguera «está buscando otras vías de financiación», además de la solicitud de un crédito de 36 millones de euros a sus bancos acreedores, «para acometer su plan de viabilidad, incluida la relativa a un proyecto de inversión relevante en Asturias», señaló anoche la empresa en una comunicación al órgano regulador del mercado bursátil. La inversión, según fuentes conocedoras, es el proyecto para desarrollar en El Musel una línea de fabricación para la energía eólica marina, que forma parte del plan estratégico de la ingeniería para tomar posiciones en el sector de las energías renovables.

A su vez, el grupo está intentando obtener «líneas de avales adicionales a las que ya dispone para cubrir las necesidades en la contratación de nuevos proyectos futuros», dijo a la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Como ya había hecho por la mañana su consejero delegado, Jaime Argüelles, en una comunicación con la plantilla que había sido convocada día atrás, la empresa dijo anoche al órgano reglador de los mercados que la «dinámica» de búsqueda de financiación adicional «es práctica habitual en la compañía y no conlleva otro tipo de apreciaciones».

Según las cifras que manejaba Duro Felguera en 2020, el proyecto de eólica marina podría conllevar una inversión de 40 millones en El Musel y de otros 6 millones en sus actuales instalaciones de El Tallerón, también en Gijón. Duro está también comprometida en proyectos para el desarrollo del hidrógeno, entre otras iniciativas vinculadas a la transición energética.

La ingeniería afirma que, «como otras empresas del sector, está llevando a cabo de forma continua una valoración de los potenciales impactos económicos que determinadas circunstancias sobrevenidas y ajenas a la compañía, como son la guerra de Ucrania, el alza generalizada de los precios de los materiales y energía o la actual situación de conflicto entre Argelia y España, pudieran tener en su actividad ordinaria, con el fin de tomar las medidas correctoras necesarias y anticiparse a situaciones futuras».

Duro Felguera, que tiene pendiente de cobro en este momento 10 millones en Argelia, ha apreciado cierta ralentización en las obras del ciclo combinado de Djelfa por el conflicto diplomático, amén de la cancelación anunciada de las transferencias financieras entre ambos países

La ingeniería gijonesa señala a propósito de la petición de una nueva línea de financiación a la banca por 36 millones que la pretensión con esta solicitud es acogerse a «las medidas urgentes» aprobadas por el Gobierno para «paliar alguno de los efectos provocados por la guerra de Ucrania, «mediante una línea de avales a operaciones de financiación otorgadas por entidades financieras y gestionadas por el ICO» (Instituto de Crédito Oficial).

Duro Felguera fue rescatada el año pasado por el Gobierno nacional con una ayuda temporal de 120 millones mediante dos créditos participativos y otro ordinario a través del fondo estatal para el apoyo a empresas solventes y estratégicas cuyo negocio se hubiera visto impactado de modo negativo por la pandemia. El fondo los gestiona la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que desde entonces tiene dos representantes en el consejo de Duro. En el marco de esta operación, el ejecutivo de Asturias aportó a Duro otros 6 millones como crédito participativo.

A su vez, Duro Felguera y sus bancos acreedores alcanzaron un acuerdo de reestructuración y refinanciación de la deuda financiera (85 millones) con la amortización de 7,5 millones. Los 77,5 millones restantes fueron objeto de una reestructuración, de modo que un tercio (25,5 millones) se convirtió en un préstamo participativo dividido en dos tramos y los 52 millones restantes (dos tercios de la deuda financiera) se transformaron en obligaciones convertibles en acciones ordinarias de Duro Felguera con una duración máxima de seis años (hasta 2027) y que, de ser convertidas en acciones, darían derecho a la banca a una participación del 13% en el capital de la ingeniería.

El pacto incluyó extender hasta finales de 2027 el vencimiento de las obligaciones de Duro de clase “A” que se suscribieron en los acuerdos entre la banca y la empresa de 2018 por 91 millones y cancelar las de clase “B” de la misma fecha, lo que supone una condonación por las entidades financieras de 142 millones.

De los 36 millones solicitados esta semana a la banca, 30 millones se plantean con un aval público del ICO del 70%, con lo que el riesgo para la banca sería de 15 millones, igual al importe que la empresa ya amortizó de su deuda con los bancos desde el pacto de noviembre, lo que dejaría la posición de riesgo de las entidades financieras en el punto de partida previo a la formalización del acuerdo de hace siete meses.

Tras perder ayer en Bolsa el 9,71%, esta mañana Duro abrió la sesión recuperando el 4,92%.

El sindicato de accionistas minoritarios de Duro Felguera, que encabeza Eduardo Breña, pidió a la compañía que informase sobre la petición de financiación adicional a la banca.

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