La pandemia de coronavirus y los efectos de la guerra en Ucrania han dejado al descubierto las debilidades de buena parte de las grandes ingenierías industriales asturianas. Duro Felguera, que ya arrastraba problemas económicos antes de la pandemia que luego se agravaron con la contracción del mercado, planteó esta semana el despido de 248 trabajadores –208 en Asturias y 40 fuera de España– para ajustar su tamaño al de la carga de actividad prevista. Antes que Duro, otras ingenierías asturiana también se pusieron a dieta y redujeron personal en los dos últimos años. Imasa Ingeniería y Proyectos acordó el despido colectivo de 58 trabajadores, Navec –que adquirió en Asturias la antigua Tradehi– pactó la salida de 53 empleados y anteriormente Sacyr-Fluor había aplicado un recorte de 60 puestos. La suma de eliminación de empleos supera los 400 en un sector que es una de las vigas maestras de la economía asturiana y un símbolo de distinción con sus cerca de 5.000 empleos cualificados y presencia internacional.
No solo las ingenierías del Principado lo han pasado mal en los dos últimos años. A nivel nacional, las empresas de este sector registraron en 2020 una caída de ingreso del 18% por la paralización y suspensión de proyectos a escala nacional e internacional a raíz de la pandemia y por la ralentización en la convocatoria de nuevos contratos, según un estudio del Observatorio Sectorial DBK del grupo de gestión del riesgo comercial Cesce. Pero en Asturias, muchas ingenierías superaron con creces esa tasa y tuvieron que pedir el rescate del Gobierno. Duro Felguera, Imasa e Isastur se acogieron al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas que gestionaba la Sepi, y Navec al fondo Forec que gestionaba Sepides. En conjunto recibieron una inyección de 204 millones de euros para mantener una actividad que da empleo a más de 3.300 trabajadores.
Duro Felguera fue la empresa que recibió más ayudas. Obtuvo el pasado año 120 millones de la Sepi a los que se sumaron otros 6 millones del Principado. Pese a la ayuda, la empresa señala que es "inevitable" aplicar ahora un ajuste de personal para garantizar su viabilidad y ha planteado un despido colectivo de 248 trabajadores, el 19% del total de la empresa. La dirección señala que la plantilla está sobredimensionada para las posibilidades de captación de contratos, que para este año están estimadas en 300 millones de euros.
Los secretarios generales de FICA-UGT y CC OO de Industria en Asturias, Jenaro Martínez y Damián Manzano, respectivamente, apuntaron que ahora saben, con la documentación aportada para el ERE, que cuando Duro Felguera solicitó el rescate a la Sepi hace un año y medio ya planteó la necesidad de hacer un recorte de 200 trabajadores y que desde entonces cerca de 300 salieron de la empresa –muchos para irse a otras compañías–. Por eso consideran que el ajuste es "desproporcionado" y no aceptan como argumento que los efectos de la guerra en Ucrania han añadido dificultades a la recuperación.
El socio inversor
El acuerdo para reducir la plantilla en Duro Felguera podría facilitar la entrada de uno o varios socios inversores que den oxígeno a la compañía. La dirección de Duro asegura que está es una "fase avanzada" de negociación y que espera que este mes se formalicen las ofertas vinculantes. A la necesidad de que entre un socio inversor y de que "avancen" las negociaciones sobre el ERE entre empresa y sindicatos se refirió anteayer el presidente del Principado, Adrián Barbón, que destacó que "lo fundamental es que la empresa tenga viabilidad, porque lógicamente si en la empresa no entran nuevos inversores colapsará, lo que va a suponer el despido de todos los trabajadores",
