Exempleados de Herrero Brigantina denuncian "enormes" presiones para vender productos

"Era horroroso, te gritaban y te llamaban a casa los fines de semana", dicen los comerciales

Oficinas de Herrero Brigantina en Oviedo.

Oficinas de Herrero Brigantina en Oviedo.

Yago González

Yago González

Varios antiguos comerciales del grupo asturleonés Herrero Brigantina y de una de sus filiales, North Atlantic Insurance Broker Company (NAIBC), aseguran que durante su paso por la empresa sufrieron "enormes" presiones por parte de sus superiores para vender pólizas de seguros y productos como los "unit linked", un híbrido de seguro de vida e inversión en una cartera de fondos. Precisamente, estos productos son objeto de decenas de reclamaciones de clientes de toda España que llevan varios meses esperando por la devolución de sus ahorros. Cada vez más afectados están presentando denuncias en los juzgados por este motivo.

"Había muchísima presión, muy superior a la habitual en el sector asegurador. Recibíamos llamadas a diario para que a su vez presionáramos a nuestros clientes a que firmaran los contratos cuanto antes", sostiene una extrabajadora de la oficina de Córdoba. "Era algo horroroso, porque las llamadas solían hacerse con malas formas y pegando gritos. Te decían: ‘Hay que ingresar hoy mismo, hoy mismo…’", relata la antigua empleada. Y refiere la siguiente anécdota: "Una noche, un cliente mío que estaba a punto de firmar un contrato tuvo que ir a Urgencias a acompañar a un familiar. La directora comercial ordenó que yo le dijera al cliente que hiciera la transferencia con el teléfono, desde el hospital, y que me dejara de cuentos".

La mencionada directora es, desde el pasado mes de julio, Macarena Bueno, quien sucedió en el cargo a Rufino Mallo, ya fuera de la empresa. Los exempleados consultados por LA NUEVA ESPAÑA, pertenecientes a oficinas de todo el país, coinciden en que las exigencias para vender productos se dispararon tras su nombramiento. Un antiguo miembro del consejo de administración resalta su "agresivo perfil comercial".

Bueno garantiza a este diario que ni la estrategia comercial ni los objetivos fijados a los empleados cambiaron con su llegada al cargo. "Nuestra forma de trabajar es absolutamente profesional y la mayoría de empleados están contentos; de hecho, la exigencia es incluso menor que en otras compañías, hay mucha benevolencia", afirma. Respecto a los retrasos en las devoluciones de ahorros, Bueno admite que "algunos expedientes están siendo tramitados más tarde respecto a lo estipulado en el contrato", pero insiste en que la empresa "está atendiendo a todos los clientes" y que ninguno hasta la fecha "ha rescatado en pérdidas".

Pólizas como refrescos

Un antiguo miembro de una oficina andaluza no comparte ese diagnóstico: "Los directores me llamaban por teléfono a casa, incluyendo los fines de semana". Otro exprofesional de Salamanca lo recuerda así: "En un momento dado tuve que plantarme y decirle a Macarena que colocar pólizas no es como vender refrescos, que hay que tener en cuenta las circunstancias de cada cliente". "Una vez firmabas, te acosaban con preguntas de cuándo el cliente iba a hacer la transferencia; poco más y te obligaban a ir con él al banco a hacer el ingreso, era horroroso", describe una exempleada de Pontevedra.

En esta línea, numerosos testimonios afirman que varios empleados del grupo, incluyendo directores territoriales, tuvieron que acogerse a bajas laborales por problemas de estrés y ansiedad.

Según ha podido saber este diario, el asesor jurídico de Herrero Brigantina, el abogado lucense Óscar Torres, ha dejado de prestar sus servicios a la empresa. Este periódico ha intentado en numerosas ocasiones ponerse en contacto con Torres, sin éxito.

Asimismo, uno de los antiguos directivos del grupo asegura que, pese a seguir figurando en plantilla, todavía no ha cobrado la nómina de marzo.

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