Los fondos acreedores toman el control de Celsa, dueña de Moreda

Los fondos acreedores anunciaron ayer que toman de manera formal el control de la propiedad del gigante siderúrgico Celsa, que emplea a unos 10.000 trabajadores en toda España. El grupo propietario de la fábrica gijonesa Moreda Riviere Trefilerías deja de estar bajo la batuta de los Rubiralta y pasa a manos de varios accionistas que en su día compraron millonarias deudas que habían ido contrayendo estos industriales catalanes. Los nuevos propietarios de Celsa ganaron judicialmente el caso el pasado septiembre y la operación estaba pendiente de ratificarse a nivel formal. Sobre la misma sobrevolaba la posibilidad de que el Gobierno interviniera y frenara el traspaso, invocando una protección especial por considerar Celsa un entramado empresarial estratégico y abriendo un escenario incierto para sus factorías y trabajadores. No ha sido así, el nuevo Ejecutivo –constituido desde hace pocos días– ha bendecido la operación y los nuevos amos han otorgado ya las riendas del entramado empresarial a Rafael Villaseca, que será el nuevo presidente no ejecutivo, en sustitución de Francesc Rubiralta. La silla del consejero delegado la ocupará Jordi Cazorla. Entre los nuevos amos de Celsa está Deutschebank o fondos como HSBC y SVP Global.