Esto es lo que subirá al mes la pensión media de los asturianos al crecer un 3,8% el IPC

La inflación de noviembre determina la cifra de revalorización de las prestaciones en 2024, que en la región superarán los 6.000 millones

Esto es lo que subirá al mes la pensión media de los asturianos al crecer un 3,8% el IPC

Esto es lo que subirá al mes la pensión media de los asturianos al crecer un 3,8% el IPC

Y. González / R. M. Sánchez

La pensión media en Asturias crecerá 53 euros al mes en 2024, hasta alcanzar un promedio de 1.456,2 euros repartidos en 14 pagas (es decir, la cantidad media anual será de 20.386,8 euros). Todo apunta a que la revalorización de las prestaciones contributivas será así al conocerse ayer el dato adelantado de Índice de Precios de Consumo (IPC) de noviembre, que se situó en el 3,2% (tres décimas menos que en octubre) y que fija la tasa media redondeada de inflación entre diciembre de 2022 y este mes en el 3,8%. Y esta es la cifra que, según aprobó el Gobierno en la anterior legislatura, se utilizará como referencia para elevar las pensiones del año siguiente. Con todo, el dato definitivo del IPC de noviembre se publicará el 14 de diciembre.

Teniendo en cuenta esta revalorización, la pensión media en Asturias sube 53 euros al mes y la de jubilación (que el pasado mes de octubre se situó en 1.641,9 euros al mes) se incrementaría en 62,3 euros, hasta alcanzar los 1.704,3. Y si se computa la nómina total de las casi 300.000 pensiones en el Principado, en 2024 la cifra será de 6.113 millones de euros, un récord histórico que, además, supone rebasar el umbral psicológico de los 6.000 millones. Por hacerse una idea de su magnitud, se trata de prácticamente el Presupuesto que estas semanas negocia el Gobierno de Asturias para el año que viene. O más de la inversión en la Variante de Pajares, inaugurada ayer.

La previsible subida del 3,8% se sitúa ligeramente por debajo de la previsión del Gobierno central (en el entorno del 4%), y es menos de la mitad del incremento del 8,5% que han anotado estas prestaciones desde el pasado mes de enero, después de un ejercicio 2022 en el que la inflación marcó las tasas más elevadas en cuarenta años.

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El IPC de noviembre ha caído un 0,4% respecto a octubre gracias al descenso de los precios de los carburantes y de los paquetes turísticos, mayores que los registrados en el mismo mes de 2022. También ha influido que el aumento de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas ha sido menor que en noviembre del año pasado, cuando anotaron un alza mensual del 0,5%. En sentido contrario, destaca el descenso de los precios de la electricidad, menor que en noviembre de 2022 (entonces bajaron el 14,6%). El detalle sobre la variación de los precios de cada epígrafe del IPC se conocerá el 14 de diciembre.

Subyacente a la baja

De momento, el dato adelantado muestra que la caída mensual del 0,4% del IPC de noviembre ha permitido recortar la tasa anual de inflación en el 3,2%. La llamada inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles de alimentos no elaborados y energía, confirma su senda descendente y se sitúa en el 4,5% (siete décimas por debajo del 5,2% de octubre y la menor tasa desde abril de 2022).

Desde el punto de vista del Ministerio de Economía, el dato adelantado del IPC de noviembre es "una muy buena noticia". Con ello, "los salarios siguen ganando poder adquisitivo y las empresas españolas competitividad aumentando su cuota de mercado, incluso en el difícil contexto internacional", según destaca el departamento que dirige la vicepresidenta primera, Nadia Calviño.

Para UGT, la desaceleración de los precios "resulta una noticia positiva para el bolsillo de las familias trabajadoras, aunque determinados productos, como los alimentos o la energía, siguen alcanzando niveles muy elevados". Por ello, señaló el sindicato, "es necesario adaptar y reforzar el escudo social y las medidas para combatir la inflación, reduciendo aún más la factura de determinados productos básicos y protegiendo a los consumidores más vulnerables". Además –añade– se deben implementar medidas para aliviar la carga hipotecaria de las familias, facilitando la conversión de hipotecas de tipo variable a tipo fijo.

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Pablo Allende-Salazar

El entorno de alta inflación y tipos de interés sigue impactando en los ahorros de los hogares. El dinero depositado por las familias españolas en cuentas corrientes se redujo hasta los 848.975 millones de euros en octubre. La caída frente a septiembre fue de 13.258 millones, la segunda mayor desde que el Banco de España comenzó a medirlo en 1997 y apenas ligeramente inferior a la del pasado enero (13.496 millones). En términos relativos, el descenso mensual fue del 1,53%, el más elevado desde el que se produjo en julio de 2012, en plena crisis de la deuda y apenas un mes después de que el Gobierno de Rajoy solicitase el rescate europeo para la banca española (-2,2%). Los motivos de la actual reducción, eso sí, son bien distintos. Por un lado, los hogares están tirando de sus ahorros para hacer frente al brutal encarecimiento de los precios de su cesta de consumo de los dos últimos años. Por otro, los que pueden permitírselo están movilizando parte de su dinero para hacer frente a la pérdida de poder adquisitivo que les supone la alta inflación. Así, el tipo medio de las cuentas corrientes apenas ha subido del 0,02% de diciembre de 2021 (cuando el Banco Central Europeo comenzó a endurecer la política monetaria) hasta el 0,13% del pasado octubre, frente a una inflación que se sitúa en el 3,2% según los datos de noviembre conocidos ayer. El moderado incremento del interés que los bancos pagan por los depósitos en los últimos meses, de hecho, está captando parte de ese dinero que sale de las cuentas corrientes. El tipo de las nuevas imposiciones a plazo, así, se situó durante los tres meses de verano en torno al 2,3%, insuficiente para ganar poder adquisitivo pero muy superior al 0,06% del cierre de 2021.

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