Duro Felguera tendrá dos años más para devolver el rescate público cuando se amplíe el capital

La compañía entró en pérdidas hasta octubre y negocia sobrecostes en el ciclo combinado de Argelia y en un proyecto para Tata Steel en Holanda

En segundo plano, el Tallerón de Duro Felguera, en Gijón. |  LUISMA MURIAS

En segundo plano, el Tallerón de Duro Felguera, en Gijón. | LUISMA MURIAS / M. C.

Duro Felguera dispondrá de dos años más de plazo para devolver los créditos participativos del rescate público de 2021 una vez que se materialice la ampliación de capital en marcha, según la actualización del plan de viabilidad que fue aceptada por el Fondo Estatal de Rescate (FASEE) y el Gobierno. Así lo desvela la compañía en la documentación sobre la ampliación de capital aportada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El periodo de catorce días para la suscripción por los actuales accionistas de la primera de las dos ampliaciones de capital comenzó a contar ayer, tras la publicación de la operación en el "Boletín del Registro Mercantil".

La extensión de los calendarios de amortización de los préstamos participativos del FASEE (100 de los 120 millones del rescate estatal) y del Principado a través de la SRP (6 millones) atiende la solicitud de la compañía y de los próximos accionistas mayoritarios (los inversores mexicanos Prodi y Mota Engil México) para que los recursos que captará Duro en las dos ampliaciones (90 millones) se destinen a fortalecer la solvencia del grupo e impulsar su negocio. De no haberse producido el aplazamiento, Duro debería devolver este año 80 millones al Estado, con lo que el 88,88% de los nuevos recursos se hubiesen destinado a este fin. Con el nuevo calendario, Duro tendrá que amortizar el préstamo de la SRP entre 2025 y 2027 y el del Gobierno, entre 2026 y 2028.

Un informe independiente de Alantra encargado por los inversores mexicanos documenta que la ampliación es vital para compañía, que, de no acometerse, se halla en "peligro financiero grave e inminente".

Duro Felguera señala a su vez que, como consecuencia de la guerra de Ucrania y el conflicto diplomático entre España y Argelia (donde Duro tiene un gran proyecto), se ha producido un "desplazamiento temporal en la consecución de los objetivos" de contratación y rentabilidad, de modo que da por hecho que en 2023 "no se van a cumplir" las "previsiones del plan de viabilidad actualizado", aunque sostiene que, una vez que se produzca la ampliación, recuperará esa demora antes de que en 2028 finalice el actual plan de viabilidad.

Como consecuencia de tales circunstancias, el resultado bruto de explotación ("ebitda") ha sido negativo en 3,5 millones hasta octubre y el resultado antes de impuestos arrrojó pérdidas de 13,3 millones. En este resultado también han influido la demora en la consecución de los permisos para acometer la ampliación de capital (pactada hace un año) e incidencias en dos grandes proyectos, sobre todo en el que realiza en Holanda para la siderúrgica india Tata Steel, que se ha retrasado (según Duro, por causas ajenas) y que finalizará este mes, generando sobrecostes que la empresa ha repercutido en sus resultados hasta octubre. La empresa tiene expectativas de llegar a un entendimiento con el cliente. De no haber acuerdo, el impacto podría ser de 17 millones. La central de ciclo combinado de Djelfa (Argelia) avanza en su ejecución mientras la empresa negocia los "sobrecostes incurridos".

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