CC OO rechaza la propuesta de Arcelor para el contrato relevo: "Es finiquitarlo"

La siderúrgica protesta por el método del Gobierno italiano para controlar la antigua Ilva

Hornos altos en la fábrica de Arcelor en Veriña (Gijón).

Hornos altos en la fábrica de Arcelor en Veriña (Gijón).

Y. G.

La sección sindical de CCOO en las plantas de ArcelorMittal en Asturias rechazó ayer la propuesta de la empresa presentada el pasado jueves para aplicar el contrato relevo a parte de los trabajadores nacidos en 1962. Según el sindicato, la oferta de la dirección de la compañía "supone, de facto, finiquitar el contrato relevo".

La multinacional siderúrgica planteó en la última mesa de empleo (donde se discute la regulación laboral de los empleados de más edad) una consulta previa para quienes quisieran acogerse a dicho contrato, y de ese modo conocer cuántos optarían por esa vía de salida.

Sin embargo, en un comunicado difundido ayer, CC OO consideró que "la supuesta voluntariedad de elección de la fórmula de acceso para la salida del personal no es tal", porque "no hay garantías de poder optar al contrato relevo más allá del límite de entre 30 y 50 contrataciones".

El sindicato también cree que la empresa confía en que las condiciones económicas del ERE de extinción, con un 80% del salario bruto garantizado, desincentiven la apuesta por el contrato relevo. "Estas supuestas ventajas económicas no vienen de la generosidad de la empresa, que es la mayor beneficiada de esta fórmula, sino de una exención fiscal de la cuantía relativa a la indemnización por despido", advirtió la organización.

La representación de CC OO en Arcelor ha convocado asambleas de sus afiliados para los próximos días 21 y 22 de febrero para que se pronuncien sobre la propuesta de la empresa.

Conflicto en Italia

Por otro lado, la dirección global de la multinacional, en Luxemburgo, ha manifestado su discrepancia con el Gobierno italiano a cuenta de la nacionalización de la antigua planta de Ilva, de la que la compañía de la familia Mittal poseía el 62% y la empresa estatal Invitalia, el 38% restante. Según "Bloomberg", Arcelor ha enviado una carta al Ejecutivo de Giorgia Meloni en la que discrepa del método que ésta ha adoptado para establecer una "administración especial" de la factoría.

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