La Fundación Cajastur, pendiente de renovar en el consejo de Unicaja, ingresará 8,6 millones

Los accionistas del banco votarán el reparto de dividendos, que la entidad asturiana destina a obras sociales e investigación biosanitaria

Sede de la Fundación Bancaria Cajastur en Oviedo

Sede de la Fundación Bancaria Cajastur en Oviedo / LNE

La Fundación Bancaria Caja de Ahorros de Asturias, cuarto mayor accionista de Unicaja –el sexto banco español por volumen de activos–, afronta la próxima junta general de la entidad financiera malagueña con la expectativa de renovar su puesto en el consejo de administración del banco y pendiente de la aprobación por los accionistas –como se supone que ocurrirá– del reparto de beneficios propuesto por el consejo al máximo órgano de decisión del banco.

Si prospera esta sugerencia, la fundación asturiana ingresará casi 8,66 millones de euros y será el quinto dividendo que perciba –primero de Liberbank y luego de Unicaja, tras la fusión de ambos bancos en julio de 2021– desde que se constituyó como fundación bancaria en 2014 por la aplicación de la ley de Luis de Guindos que forzó a las antiguas cajas de ahorros (con la salvedad de Caixa Ontiyent y Caixa Pollença, eximidas por tener un ámbito local o comarcal) a transformarse en fundaciones bancarias previo traspaso de sus negocios financieros a bancos, de los que pasaron a ser accionistas.

Desde su creación, la Fundación Cajastur (sucesora de la extinta Caja de Ahorros de Asturias) orientó su actividad principal al ámbito de las obras sociales, la investigación científica y técnica, y proyectos institucionales, y se desvinculó del sector de la cultura, en el que sí había operado la Obra Social y Cultural de la desaparecida caja asturiana. La nueva institución entendió que este espacio ya estaba cubierto en la comunidad por otros operadores.

En el caso de la acción social, la entidad actúa por sí misma o en colaboración con otras instituciones en los ámbitos de la inclusión social, los discapacitados, los enfermos, los ancianos, la integración de la juventud y el apoyo a la cooperación y a proyectos de organizaciones no gubernamentales.

También destina una parte de sus recursos a la investigación biosanitaria –a través fundamentalmente de la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria de Asturias (FINBA) y del Instituto Universitario de Oncología del Principado de Asturias (IUOPA)– y otra a colaboraciones en proyectos institucionales.

El año pasado, la Fundación Cajastur amortizó anticipadamente con Unicaja un préstamo que había contraído años atrás con Liberbank y del que quedaban por devolver tres millones. De este modo, la entidad, ya sin deuda, y en posición de liquidez, proyecta su horizonte inversor en función del dividendo que reparta en cada ejercicio Unicaja y que es su principal fuente ingresos.

La entidad asturiana tiene un solo empleado (su director general) y un patronato sin remuneración, salvo la cobertura de los gastos por desplazamiento para acudir a las reuniones. De su patrimonio forman parte los antiguos centros de pensionistas (dos fueron vendidos y el resto, cedidos a Ayuntamientos) el palacio Revillagigedo de Gijón (que acaba de ser cedido gratis durante un año al consistorio local), el pabellón de la Feria de Muestras de Gijón que sirve de expositor a la fundación y a Unicaja, y una colección de arte.

La fundación, sus dos entidades fundadoras (parlamento asturiano y Ayuntamiento de Gijón), el Gobierno de Asturias y Unicaja declinaron hacer comentarios sobre la continuidad o no de Cajastur en el consejo del banco, que se decidirá en la próxima junta general, a fines de marzo o comienzos de abril, por vencimiento de su actual mandato.

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