La ardua resurrección de Duro Felguera: estas son las razones de su mal resultado en 2023

La compañía tuvo pérdidas de casi 22 millones pese a la entrada de los socios mexicanos

Sede central de Duro Felguera, en Gijón.

Sede central de Duro Felguera, en Gijón. / Yago González

Yago González

Yago González

El año 2023 fue agridulce para Duro Felguera. Un ejercicio de sonrisas y lágrimas, de (casi) muerte y resurrección. Después de un salvífico rescate del Estado por valor de 120 millones de euros y de un traumático Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 180 empleados, hace poco más de un año, en febrero, llegaba la gran noticia desde el otro lado del Atlántico: los grupos mexicanos Prodi y Mota-Engil México anunciaban una ampliación de capital de 90 millones, formalizada en varias fases que culminaron el pasado 22 de febrero. Se abría así una nueva senda de oportunidades para la compañía, con el 54,6% del capital en nuevas manos. No obstante, los resultados completos del ejercicio 2023, publicados en la tarde del Sábado Santo, arrojan unas pérdidas de 21,79 millones de euros. Una cifra que contrasta con los 5,4 millones de beneficio neto obtenidos el año anterior.

La ingeniería admitió en un comunicado que los números rojos de 2023 confirman las "peores previsiones" adelantadas en el folleto publicado con motivo de la ampliación de capital. La empresa atribuye las pérdidas al "esfuerzo" realizado "para sanear y ordenar la negativa situación heredada en términos de litigios, proveedores y plantilla". Asimismo, cita "contingencias no previstas, como la guerra de Ucrania o el desencuentro diplomático con Argelia", que también han pasado factura a otras compañías españolas de diversos sectores.

Duro Felguera también encara problemas en proyectos concretos, como el que realiza en Holanda para la siderúrgica india Tata Steel, que se retrasó (según la empresa asturiana, por causas ajenas) y que ha generando sobrecostes que ha repercutido en sus resultados hasta octubre. Su impacto se estima en unos 17 millones. La compañía también admite problemas en otra operación en Dombasle (Francia).

Por otro lado, la deuda neta del grupo aumentó hasta los 144,4 millones de euros. Respecto a los pasivos, Duro ha conseguido dos años más de plazo para devolver los 100 millones de créditos participativos del rescate de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), que debe acometer entre 2026 y 2028, y los 6 millones del Principado, entre 2025 y 2027.

En la parte positiva del balance destaca el aumento de la facturación, un 140% mayor que en 2022, hasta alcanzar los 281,2 millones de euros, siendo los servicios especializados la partida con más ingresos (140,4 millones), seguido de las plantas industriales (73,7 millones) y la energía (53,8 millones).

El consejo de administración aseguró que "adoptará las medidas imprescindibles para superar el bache y regresar a la senda de recuperación" prevista por su Plan de Viabilidad Actualizado. La empresa aspira a multiplicar por ocho sus ingresos entre 2022 y 2028, pasando de 123 a 1.015 millones de euros; así como triplicar su contratación, de 348 millones el año pasado a 1.100 millones en 2028.

Medios nacionales apuntaban ayer a la posibilidad de que los malos datos del año pasado lleven a una destitución del consejero delegado, Jaime Argüelles. Un portavoz de la compañía señaló a este diario que "a fecha de hoy, Argüelles cuenta con la confianza de los nuevos inversores". Según el pacto de la ampliación de capital, los socios mexicanos designarán al presidente, consejero delegado y secretario no consejero.

El comunicado de la empresa avanzó la "inmediata incorporación al Consejo de los nuevos socios mayoritarios".

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