ArcelorMittal y Azsa, obligados a parar tres horas para reducir el consumo de luz

Red Eléctrica forzó un frenazo de grandes industrias para evitar desajustes entre producción y demanda al fallar la central de Ascó

La fábrica de Azsa de San Juan de Nieva.

La fábrica de Azsa de San Juan de Nieva. / MARA VILLAMUZA

D. Page / P. Castaño

Instalaciones de las plantas asturianas de ArcelorMittal y Asturiana de Zinc (Azsa) se vieron obligadas a parar durante tres horas en la noche del pasado miércoles al jueves. Red Eléctrica de España –el gestor del sistema eléctrico español– ordenó la parada obligatoria de grandes industrias para recortar rápidamente el consumo de electricidad nacional y evitar un desajuste importante por no disponer de suficiente producción eléctrica para cubrir con garantías toda la demanda y tener suficiente margen de reserva.

Red Eléctrica (REE) lanzó la orden a las factorías de que detuvieran su consumo de luz a las 21.14 horas y se prolongó durante tres horas para evitar un problema provocado por la parada no programada de la central nuclear de Ascó, en Tarragona, por un fallo interno, y que coincidió con una menor aportación de la producción de parques eólicos de la esperada, según apuntan fuentes del sector eléctrico.

Es la segunda ocasión en que España tiene que activar su nuevo sistema de respuesta activa de la demanda (sólo se había utilizado hasta ahora en la noche del 4 de septiembre del año pasado). El mecanismo fue aprobado en plena crisis energética por el Gobierno como parte del Plan "+Seguridad Energética" y sirve para reducir de manera rápida altos consumos de electricidad (especialmente de la gran industria) para evitar desvíos graves en el funcionamiento del sistema eléctrico.

Desde Red Eléctrica se negó que en algún momento hubiese riesgo de apagón, y se subrayó que lo que busca el sistema es hacer ajustes en el mercado eléctrico para mantener un margen suficiente de reserva para cubrir todas las necesidades de consumo. "La continuidad del suministro no se vio en ningún momento comprometida, siendo el objetivo de la orden de activación, que se aplicó durante aproximadamente tres horas, el que establece la normativa: garantizar los niveles de reserva establecidos en los procedimientos de operación en respuesta a una situación puntual en la que se vieron reducidos los recursos disponibles en el sistema", apuntaron fuentes oficiales de la compañía.

El parón de actividad obligatorio utilizó el máximo permitido por el sistema de gestión de la demanda para este año, forzando el freno de actividad de los 609 megavatios (MW) de potencia de grandes industrias que participan voluntariamente en este mecanismo, y sirvió para ahorrar casi 1.685 megavatios hora (MWh) de consumo eléctrico, según los datos del Sistema de Información del Operador del Sistema Eléctrico. Entre esas grandes industrias están las plantas asturianas de ArcelorMittal y Azsa, que este año renovaron su participación en el mecanismo pese a que las compensaciones económicas menguaron.