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Bankinter advierte de que el 'dividendo' de Grifols a Scranton puede suponer "un quebranto patrimonial para los accionistas minoritarios"

Los analistas muestran sus dudas con este movimiento y señalan que la compañía está incurriendo en una "falta de credibilidad"

Archivo - Fachada de la sede de Grifols, en Coslada (Madrid).

Archivo - Fachada de la sede de Grifols, en Coslada (Madrid). / Ricardo Rubio / EP

Celia López

Grifols sigue en un punto de mira casi dos meses después del informe de Gotham City que hundió su cotización. Cada movimiento de la farmacéutica se sigue de cerca por parte del mercado y el pago de 266 millones que se ha conocido estos días desde la compañía a Scranton está suscitando dudas entre los analistas. Pablo Echeguren, analista de Bankinter, explica que este movimiento no se ha explicado, pero que "probablemente suponga un quebranto patrimonial para los accionistas minoritarios del grupo". Aquellos consultados por 'activos' señalan que aún es difícil valorar los efectos que puede tener este movimiento sobre el futuro de la empresa. El grupo ha sufrido una fuerte volatilidad tras presentar resultados este jueves, con un desplome del 35%. Sin embargo, la cotización se ha recuperado este viernes y ha rebotado hasta un 20%, en parte gracias a las aclaraciones de la empresa, que ha llegado a remitir hasta tres hechos relevantes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores para adelantar que la venta de la filial en China sigue adelante, que el flujo de caja libre para 2024 será de 485 millones y defender que "no ha habido una distribución de dividendos con salida de caja a su accionista significativo Scranton ni a ninguna de sus filiales". Pasado el mediodía, las alzas de la cotización se acercan al 18%.

Más allá de las explicaciones de la empresa, lo cierto es que Grifols ha generado un intenso debate con el pago de 266 millones de euros a su matriz, Scranton. "Los defensores argumentan que este pago no afectará la liquidez de la empresa y retribuirá a los propietarios, mientras que los críticos expresan preocupación por su magnitud y el impacto en el futuro crecimiento. El financiamiento del dividendo con deuda interna también ha suscitado inquietudes sobre la carga financiera a largo plazo", señala Sergio Ávila, de IG Mercados, que considera que aún es pronto para determinar si puede suponer un perjuicio para los accionistas minoritarios de Grifols. "El impacto dependerá de cómo se desarrolle su negocio en el futuro, pero a mí esta práctica no me parece buena para los accionistas, no estaría muy contento que los dividendos se financien con deuda en vez de con beneficios, que es lo lógico", apunta Ávila.

"Falta de credibilidad"

Precisamente las demandas que se pueden plantear contra Grifols en España se basan en el perjuicio que la compañía pueda haber ocasionado a los accionistas minoritarios con sus movimientos de activos a Scranton. En el caso de Estados Unidos, donde los bufetes de abogados buscan accionista perjudicados para armar un caso colectivo, las demandas que se plantean están relacionadas con la falta de transparencia de Grifols a la hora de trasladar su información al mercado. "Hay una gran falta de información sobre lo que está ocurriendo. Y esto afecta especialmente a los minoritarios. La empresa no ha sabido despejar las dudas planteadas por Gotham y el regulador tampoco lo ha hecho. Hay falta de credibilidad", indica Antonio Castelo, analista de iBroker, que considera que el minoritario se ha visto ya perjudicado por el pago de 266 millones a Scranton. "De esta forma, se están detrayendo recursos de la matriz de la compañía", asegura.

Víctor Álvarez, responsable de Renta Variable de Tressis, descarta que el pago de 266 millones de Grifols a Scranton suponga "un quebranto" para los accionistas minoritarios, pero apunta a que genera dudas sobre la ética de la empresa y su viabilidad financiera. "Este saldo lo han reclasificado a corto plazo y corresponde al resultado de los cuatro ejercicios anteriores. El problema es que eran estos tejemanejes los que apuntaba Gotham City y no hace sino confirmar las dudas del mercado", explica Álvarez. El 'dividendo' de 266 millones a Scranton lo hace BPC Plasma, una de las filiales Grifols y, según la compañía, no ha supuesto salida de caja porque ha sido compensado por otros financieros no corrientes. "Pero sí tiene impacto contra las reservas de las participaciones no dominantes del grupo", asegura el responsable de renta variable de Tressis.