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A la deriva en un mar de promesas

Veteranos pixuetos de la mar temen recortes en las pensiones y ven con pesimismo el futuro de la pesca artesanal, "la que crea riqueza"

Manuel González, "Galo"; José Pérez, "Josetxu"; Casimiro Valle López, "El Jefe"; y José María Prendes, "Mingolo", comentan la actualidad política en un almacén de pertrechos pesqueros del puerto de Cudillero. MARÍA FUENTES

Como muchas otras mañanas, uno de los almacenes de pertrechos pesqueros de Cudillero sirve de cobijo a la tertulia que improvisan José María Prendes, "Mingolo"; José Pérez, "Josetxu"; Manuel González, "Galo"; y Casimiro Valle López, "El Jefe". Mientras los turistas curiosean por el muelle y las tripulaciones más madrugadoras descargan cajas de pescado fresquísimo estos cuatro veteranos de la mar se enfrascan en diatribas sobre cómo arreglar el país mientras el dueño de la bodega arma líneas de anzuelos para salir a pescar al palangre, que es un arte de lo más respetuoso con el medio marino.

La política es tema recurrente en los "mariaxis" pixuetos -charlas desenfadadas ocasionalmente acompañadas de un vasín de vino- y la inminencia de dos convocatorias electorales aviva el "forno". La primera preocupación que exponen los pescadores retirados tiene que ver con las pensiones; y no es que planteen la necesidad de mejorarlas, sino que lo que temen es que sufran recortes o que, directamente, el Estado deje de pagarlas. "¿Quién habla de subirlas? ¡Lo que tiene que hacer quien gobierne es procurar que no falle ningún mes el pago!", exclama Josetxu.

Mingolo mete en el mismo saco de la preocupación "por lo público" a la sanidad, apunta que "no es normal que haya listas de espera de seis meses o más" y evidencia su malestar con la posibilidad de que algún partido político plantee como solución "la sanidad privada". Una opinión a la que se suma decididamente El Jefe: "Para que te atiendan en lo privado hay que tener muchos 'cuartos', eso ye pa ricos". Josetxu recalca que si se pagaron cotizaciones "habrá que dar un buen servicio público".

Si la gestión de los servicios públicos es un tema inquietante para estos veteranos de la mar, el presente y el futuro de la pesca les saca de sus casillas. Es pronunciar la palabra "xarda" y saltan como resortes: "Es una vergüenza el reparto que han hecho de los cupos. Y así llevamos seis años, no hay derecho", opina Josetxu. "La culpa es de los partidos que se venden por los votos vascos en el Congreso. Cambian pescado o lo que sea por apoyo político en Madrid y a las demás regiones que nos den", censura El Jefe.

En líneas generales, los antiguos pescadores ven negro el panorama de la pesca asturiana, basada en modelos artesanales de explotación. "¿El futuro de la pesca? ¡Jodido!", concluyen cuatro hombres que conocieron tiempos mejores en los que las lanchas venían cargadas de pesca hasta la borda.

"Mira lo que fue el puerto pesquero de La Arena, que en tiempos tuvo una de las mejores flotas de Asturias, y en lo que ha quedado, cuatro lanchas que van a la angula; por ese camino vamos a ir todos...", señala El Jefe, que con 91 años de edad es testigo privilegiado del paulatino declive que ha sufrido un sector condenado a vivir en permanente incertidumbre. "Entre los cupos ridículos que concede Europa, que España no pinta nada para cambiar eso y la contaminación que está acabando con todos los peces nadie ve futuro y la chavalería, lógicamente, no quiere saber de este oficio", lamenta Mingolo.

Los contertulios repasan las especies "venidas a menos": la merluza, el pulpo, el chicharro, el pancho, la fañeca... "Por no haber ya no hay ni ocle, y sin ese alga que sirve de alimento y refugio a los peces va todo al carajo", asegura Josetxu. Y temen muy mucho que la siguiente especie afectada por cupos, recortes y demás sea el bonito, un pez vital para la economía pesquera de las villas marineras asturianas. "Se están cargando la pesca artesanal, la de toda la vida, la que genera riqueza en los pueblos", critican los cuatro de forma unánime.

¿Y los políticos" ¿Están al tanto de estas inquietudes? ¿Tienen soluciones para los "males" que afectan a la pesca? La opinión que tiene al respecto este grupo de pescadores pixuetos no puede ser más desconfiada. Por ejemplo, a juicio de Mingolo, "ninguno piensa en el bien del país; solo miran para ellos y para ver de conservar los cargos y los sueldos. Pocos hablan de pesca, y a los que lo hacen yo no los creo porque estamos en campaña y las promesas, luego, se las lleva el viento". El Jefe mete baza: "No merecen lo que ganan porque no dan soluciones".

Sobre la probable atomización del escenario político y la necesidad de dialogar para forjar alianzas de gobierno estables, los pescadores son pesimistas: "De momento no han demostrado ser capaces de sentarse a hablar de nada, pero por el bien de todos más vale que empiecen a entenderse", concluyen los pixuetos.

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