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JOSÉ RAMÓN GARCÍA CAÑAL | Candidato de PP-Foro al Senado por Asturias

"Vox es consecuencia del problema catalán y una imagen del Podemos de hace cuatro años"

"La política de transición energética del PSOE es absolutamente disparatada y pone en gravísimo riesgo a las industrias electrointensivas"

José Ramón García Cañal. L. MURIAS

José Ramón García Cañal (Oviedo, 1957), licenciado en Ciencias Químicas, ha sido diputado autonómico, vicepresidente del Gobierno del Principado y consejero de Cooperación y diputado en el Congreso por Asturias. En las elecciones del 28A encabezará la candidatura de la coalición PP-Foro al Senado.

-¿Qué busca en el Senado después de ocupar cargos en la Junta General, en el Gobierno autonómico y en el Congreso?

-Seguir representando los intereses de los españoles y de los asturianos en estos momentos en que vivimos en una encrucijada importante. Tenemos dos grandes problemas. Primero, el problema de Cataluña, y quizá más adelante el de otras comunidades, lo que hace que el futuro de España esté en juego. Los que estamos del lado de la Constitución de 1978, que ha dado progreso y libertad a los españoles y ha transformado para bien España; queremos mantenerla, al margen de que pueda haber algunas correcciones.

-¿Aún tiene recorrido la Constitución?

-Tiene mucho recorrido. Ha permitido sistemas de protección, Sanidad, Educación, ayudas sociales, pensiones... que son modelo en el mundo y las tenemos que defender.

-¿Y la otra encrucijada?

-La economía, que tiene visos de ralentizarse, por lo que hay que afrontar reformas importantes. En ese sentido el PP es garantía, valor seguro, como hemos demostrado tanto con los gobiernos de Aznar Rajoy. Hemos creado bienestar y riqueza. Afrontar esas encrucijadas es lo que se dilucida el 28 de abril y el PP debe tener las riendas del Gobierno de España porque les irá mejor a los españoles.

-¿Para qué sirve el Senado?

-La inmensa mayoría de los países democráticos occidentales tienen una segunda cámara que, al margen del control del Gobierno, tiene una misión importante: la doble lectura, que permite corregir y mejorar los proyectos o proposiciones del ley.

-¿Para qué debe servir entonces el Senado?

-Debería ser la cámara de representación territorial, pero la reforma será difícil por la tendencia de algunos partidos a disociar España; sobre todo, a partir de la legislatura de Zapatero, que abrió un melón que no debió abrirse nunca: modificaciones de estatutos de autonomía, cesiones de competencias... quizá desde el Senado estos asuntos se habrían pensado mejor.

-¿Les va a pasar Vox por la derecha?

-Ideológicamente sin duda. Vox es una consecuencia del problema de Cataluña, pero sus planteamientos dejan mucho que desear. Ponerse ahora a cambiar gran parte de la Constitución, eliminar las autonomías o plantear cuestiones sobre nuestra relación con la Unión Europea son propuestas populistas que llegan fácilmente al oído. Pero no es cierto que los problemas complejos tengan soluciones sencillas. Vox es una imagen del Podemos de hace cuatro años. Pero ya hemos visto que esos que iban a tocar el cielo con las manos y que iban a resolver todos los problemas, cuando llegan a las instituciones no tienen equipos, ni experiencia, son malos gestores y lo acaba pagando la población.

-¿Qué incidencia cree que tendrán en el resultado las batallas internas de su partido?

-En política es legítima la ambición, pero los partidos deben funcionar con una estructura, llamémosla, militar, jerárquica. Tiene que haber órganos de dirección, elegidos democráticamente, que tomen las decisiones. Y a partir de ahí debe haber disciplina, porque si no convertiríamos el partido en un caos. Que haya partidos grandes y fuertes es bueno para la democracia.

-¿Por qué cada vez que el PP puede gobernar en Asturias se pega un tiro en el pie?

-En el centro derecha existe un fuerte individualismo. Y también personalismo, que a veces prevalece sobre los intereses del partido. Nos ha ocurrido en diferentes ocasiones.

-¿Cómo debe afrontarse la transición energética?

-La política que plantea el PSOE es absolutamente disparatada y pone en gravísimo riesgo a las industrias electrointensivas. La UE ha marcado unos objetivos para el año 2030, pero el PSOE ha aumentado las exigencias para España de una manera tal que no podrán ser cumplidas, y el precio de la electricidad puede incrementarse entre un 30 y un 55 por ciento, lo que va a poner en riesgo, incluso, el abastecimiento. Con esas políticas exportamos empleo a países como Marruecos, y a la vez les compramos electricidad producida en térmicas que emiten más dióxido de carbono que las asturianas.

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