Debate electoral

Feijóo desarbola a Sánchez con la política económica

Los dos dirigentes se enzarzaron desde el primer momento en el debate económico con interrupciones constantes y Feijóo poniendo en duda los niveles de crecimiento de España y el alto nivel de deuda: "Dejará el pufo a los españoles"

Paloma Esteban

La tensión en el cara a cara llegó desde el primer momento, incluso en el bloque económico, en el que Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se enzarzaron desde el primer momento. El presidente del Gobierno sacó pecho de los datos de empleo y la temporalidad gracias a la reforma laboral; del crecimiento económico actual y de haber conseguido bajar la inflación por debajo del 2% a pesar de las consecuencias de la guerra de Ucrania. En ese momento, lanzó su primer dardo: “Vamos en la dirección adecuada y el señor Feijóo y el señor Abascal lo quieren derogar también”.

El líder del PP, que fue interrumpido de manera continua por Sánchez —que se mantuvo al ataque durante todo el duelo — acusó al líder socialista de “tomar por tontos” a los españoles y de “mentir” con los datos: “Usted es el tercer presidente que menos empleo ha creado. Solo le ha ganado a Zapatero”. “No es verdad”, le espetó el presidente en muchos momentos. "¿Cómo que no es verdad?", contestaba con cierta condescendencia el conservador.

Feijóo lanzó una retahíla de reproches: desde el desconocimiento de la realidad laboral en España por los fijos discontinuos que computan como ocupados aunque no estén trabajando, la subida del 30% de los alimentos, la subida de las hipotecas hasta 300 euros por los tipos y, muy especialmente, el nivel de endeudamiento del Estado. “Probablemente usted se vaya y dejará el pufo de la deuda a los españoles”. Sánchez trataba de responder: “Hemos vivido una pandemia. Nos endeudamos para proteger a los trabajadores y gracias a ello España se ha recuperado”, dijo.

"No me va a enredar"

Sánchez sacó a colación la crisis financiera. “Hubo un rescate que nos costó 58.000 millones de euros. Y nueve millones fueron de las cajas gallegas”, dijo Sánchez. “Menos mal. ¿Qué quería? ¿Rescatar todas menos las gallegas?”, ironizó Feijóo. Y siguió: “Mire, no me va a enredar usted. La quiebra de las cajas socialistas fue del PSOE con el señor Zapatero y usted en el Congreso. Miraron para otro lado en la inspección del Banco de España”.

El tono bronco se mantuvo durante todo el bloque. Tampoco lo rebajaron cuando llegó el turno de la política de vivienda. Sánchez prometió más construcción de vivienda pública y Feijóo, que criticó que no lo hiciera antes, calificó como “uno de los mayores fracasos” la ley recientemente aprobada y el incremento de fenómenos como la okupación.

Sánchez respondía: "No es verdad. No es verdad. También acusó al gallego de la falta de vivienda protegida (una decena) en su etapa de presidente de la Xunta, con el objetivo de desmontar su perfil de gestor. El líder conservador respondió tajante: "No me va a decir a mí lo que he hecho como presidente de Galicia".

En materia fiscal, Sánchez inquirió al conservador sobre si eliminará o no el impuesto a las grandes fortunas, y el líder popular le reprochó no haber rebajado el IRPF a las rentas de menos de 40.000 euros como él le pidió durante meses. 

En pensiones tampoco el debate sobrevivió a las interrupciones, aunque el presidente sacó pecho de poder garantizar la sostenibilidad de las pensiones con su última reforma después de negar que el Gobierno de Zapatero congelara las pensiones en 2014, como le recordó el líder de la oposición.