José Luis Rodríguez Zapatero ignoró ayer totalmente en su intervención en un acto del PSOE en Zaragoza la entrevista que publica «Gara» con dos etarras en la que éstos aseguran que hay disposición en la banda terrorista para un alto el fuego permanente y verificable. Tampoco aludió a la petición de Batasuna a ETA para que declare «un alto el fuego permanente, unilateral y verificable». El Gobierno resta trascendencia a los mensajes de la banda y sólo espera que abandone definitivamente las armas.

Quien apostó por buscar la paz fue el líder del PNV, Iñigo Urkullu, que criticó las «escenificaciones» de la antigua Batasuna y ETA y reclamó un «cese definitivo» de la actividad de la banda y una «disociación» de la misma por parte de Batasuna.

El lendakari, López, tampoco ha visto novedad en las afirmaciones de ETA de que podría «ir más lejos si se dan las condiciones», ya que las mismas son innegociables. El PSE destacó que la banda ni siquiera atiende las reclamaciones batasunas porque todo es un diálogo entre sordos. El PP rechazó la mediación internacional y exigió a ETA que abandone las armas.

El sábado, la banda dijo que el proceso aún no tiene carácter definitivo, pero que está dispuesta a «ir más allá del alto el fuego», pero no da fechas y se reserva lo que llama el derecho a defenderse, mientras que para negociar exige legalizar a Batasuna, que no haya más detenciones y el acercamiento y excarcelación de presos. Mientras, la Policía gala halló ayer un pequeño escondite de la banda con 19 placas de matrículas deterioradas, en Montaud, localidad del departamento de Hérault.