Alicante / Zaragoza

El diputado socialista en el Congreso y alcalde de Morella (Castellón), Ximo Puig, se convirtió ayer en el nuevo secretario general del Partido Socialista del País Valenciano, con el 61,14 por ciento de los votos, 142 apoyos más que el hasta ahora líder del partido y candidato a la reelección, Jorge Alarte.

Alarte, que ya hace tres años estuvo a punto de ser descabalgado, paga de este modo su incapacidad para ganar las pasadas elecciones autonómicas pese a las acusaciones de corrupción que pesaban entonces sobre el Gobierno regional y la inminencia del «juicio de los trajes» contra el ex presidente popular valenciano Francisco Camps, finalmente absuelto por un jurado popular por la mínima.

Puig es, según sus seguidores, el hombre llamado a abrir una nueva etapa en el socialismo valenciano, que desde hace diecisiete años no ha podido pergeñar una alternativa potente a la hegemonía de la derecha.

No obstante, Puig cuenta con la desventaja de que tendrá que ejercer su oposición al president de la Generalitat, Alberto Fabra, desde fuera del parlamento autonómico, ya que Alarte le dejó fuera de las listas en las anteriores autonómicas.

También celebran congreso este fin de semana los socialistas aragoneses. En Aragón, tras doce años de gestión del ex presidente regional Marcelino Iglesias, fue elegido el único candidato, el secretario general del PSOE de Zaragoza, Javier Lambán, que recibió el apoyo del 94,71 por ciento de los delegados. El líder del PSOE, Pérez Rubalcaba, asistió a la apertura del congreso.