El extesorero del PP Luis Bárcenas reconoció ayer ante el tribunal que juzga el "caso Gürtel" que su partido se financió a través de una "caja B" generada con aportaciones de empresarios. Negó en cambio que en ese dinero esté el origen de su fortuna acumulada en Suiza, donde llegó a tener hasta 47 millones de euros. Rajoy fue, según la declaración de Bárcenas, quien ordenó que el PP dejara de contratar con las empresas de Francisco Correa, a raíz de la denuncia de dos personas, que acusaron al cabecilla de la red de pedir comisiones en nombre del partido.

La vista de la causa contra los 36 acusados del "caso Gürtel" se reanudó ayer en la Audiencia Nacional. La trigésima jornada desde que, el 4 de octubre, comenzó el juicio, estuvo centrada en el interrogatorio de la fiscal a Bárcenas sobre la procedencia del dinero oculto en sus cuentas en Suiza. El extesorero del PP, que se enfrenta a una petición de más de 42 años de prisión, recibió 1,2 millones en comisiones por intermediar en adjudicaciones y se apropió de 300.000 euros del PP, según Anticorrupción.

La declaración de Bárcenas, muy medida, se centró en defender la procedencia lícita de su dinero y en exculpar a su mujer, Rosalía Iglesias. Reconoció que el PP se financió a través de una "caja B", dinero en negro que lleva a las arcas del partido a través de aportaciones de empresas. Pero no lo contó así. Cuatro veces seguidas utilizó el término "extracontable" para definir los donativos "no finalistas", es decir "a cambio de nada", que ingresaba el partido, fundamentalmente de empresarios. Por indicación de sus abogados, Bárcenas rechazó entrar en detalles sobre las cantidades ni a identificar a los donantes. Su fortuna personal, en contra de lo que sostiene la acusación, no se nutrió de esas aportaciones, de las que el entonces tesorero Álvaro Lapuerta -excluido de la causa por demencia senil- llevaba una contabilidad estricta, con "excesivo celo", llegó a precisar. "Eran donativos sin carácter finalista, no respondían a ninguna gestión, no se contabilizaban oficialmente, es obvio, pero se llevaba un control de entradas y salidas", expuso tras indicar que "todos los empresarios quieren echar una mano a los partidos políticos, a todos". En contra de lo declarado por Francisco Correa, negó haber recibido dinero en metálico del cabecilla de la "Gürtel" en la sede del PP y en su casa procedente de beneficiarios de adjudicaciones públicas tras su intermediación en ministerios. "Las funciones mías en el partido como gerente no me permitían tener capacidad de interlocución con nadie en el ámbito político", manifestó para desmentir a Correa. En su opinión, al número uno de la trama "se le subió a la cabeza lo bien que le iba en su actividad empresarial y pensaba que el partido era suyo". En 2003 se dejó de contratarle para organizar actos del PP por orden del presidente del partido, Mariano Rajoy, después de que un empresario y su yerno denunciaran ante el máximo responsable que Correa pedía comisiones en los ayuntamientos en nombre del partido. En la misma visita para notificar los hechos, los denunciantes entregaron un donativo de 60.000 euros en efectivo , relató Bárcenas. Negó también que el ex vicepresidente del Gobierno Francisco Álvarez-Cascos presionara para que en 2003 se contratara a Correa para una campaña electoral del PP. Álvarez-Cascos no tenía relación con el cabecilla de Gürtel desde 1997 o 1998, dijo.

¿De dónde procede entonces el dinero acumulado por Bárcenas? El extesorero asegura que de la compraventa de cuadros, cuando lo que comenzó como afición se convirtió en un negocio. Realizó algunas operaciones con Rosendo Naseiro, otro extesorero del PP, envuelto en el caso de financiación ilegal que lleva su nombre y que no se sustanció por la anulación de las escuchas telefónicas.

La fiscal, Concepción Sabadell, presionó a Bárcenas para desmontar la justificación de sus ingresos y dejó en evidencia algunas de sus incongruencias, lo que llevó al acusado a reprocharle "mala fe procesal".